SERIES MÍTICAS: ORZOWEI

"Corre muchacho ya, no te detengas más. La noche caerá, el frío llegará. Pero no pienses que todo está contra ti. El amor y el sol brillante sonreirán..."

Queridos amiguitos, tengo aquí un bonito arco y un carcaj lleno de flechas para el primero que adivine nuestra serie mítica de hoy (y conste que el fragmento de la letra que acabáis de leer debería ser una gran pista). ¿Ya la tenéis?, ¿sí, no?. Vale. Los que habéis dicho Orzowey la habéis adivinado: ¡enhorabuena!. Los demás, a sujetar la diana por turnos.

La serie (basada en la novela homónima de Alberto Manzi publicada en 1955) es una coproducción italoalemana de 17 episodios que se estrenó en Italia en 1977 (en España lo haría un año después sustituyendo a Mazinger Z en la programación de TVE de los sábados por la tarde, con una "versión reducida" de sólo 13 episodios). Dirigida por Yves Allégret y protagonizada por el desaparecido Peter Marshall, la trama nos cuenta la historia de Isa, un niño blanco abandonado en medio de la selva africana, encontrado y criado como un hijo por un gran guerrero y su esposa, pertenecientes a la tribu bantú de etnia swazi. Por el color de su piel, no es totalmente aceptado por los miembros de la tribu, que para reconocerlo lo llamarán "Orzowei" (el encontrado). Su principal rival es Mesei, el hijo del jefe. Por las referidas razones raciales, Orzowei no es aceptado por los guerreros de su tribu, por lo que tiene que superar unas duras pruebas de iniciación. Tiene que alejarse de su "pueblo" y refugiarse en la selva cerca de una tribu de bosquimanos donde es adoptado nuevamente como hijo por Pao. Muy a su pesar, Orzowei tendrá que luchar contra los swazi que lo encontraron por vez primera, y por lo tanto tendrá que luchar contra su enemigo de toda la vida, Mesei.

¿Qué puedo deciros de esta serie, compañeros?. Lo cierto es que siendo sincero, era bastante "casposilla", las cosas como son. Venía siendo una suerte de Tarzán "cutre" vestido a lo “Pedro Picapiedra”, con un atuendo que parecía estar confeccionado con retales de fundas de los asientos de un Seat 127.

Otro detalle que evidencia su mediocridad es el hecho de que hoy sea recordada básicamente por su pegadiza canción antes que por su argumento, canción que interpretaba el dúo musical italiano Oliver Onions (habitual de las bandas sonoras de los filmes de Bud Spencer y Terence Hill). Sus componentes son los hermanos Guido y Maurizio de Angelis. Aquí os dejo un video realmente impagable donde podemos verlos "defendiendo" el tema (dándolo todo) en un plató de TV. Os recomiendo que no dejéis de verlo, porque verdaderamente parece que estos hermanos se han metido algo antes de la actuación de marras, ya que los tipos lo viven "a tope":

La versión para España de esta recordada canción corrió a cargo de los inimitables Enrique y Ana. Aquí la tenéis, quizá os suene un poco más:

Como suele ser habitual en estos casos, el merchandising relacionado fue especialmente abundante, y para muestra un botón:

Aquí uno de los obligados álbumes de cromos...

...y aquí otro más, esta vez de la mano de Bimbo

Este es el vinilo con la famosa canción

Gracias a su hábil manejo del arco, el protagonista, Peter Marshall, aprovechó la popularidad adquirida para realizar un gira circense por diferentes provincias españolas e italianas, algo en lo que no estaba muy de acuerdo, pero que hizo siguiendo el consejo de su mánager.

Posteriormente a esta etapa, comenzó a perdérsele la pista y aunque estaba previsto participar en una secuela de Orzowei, este proyecto finalmente nunca se materializó. Así, abandonó el mundo del espectáculo y se trasladó a California, donde obtuvo la licencia de piloto de avión comercial.

Posteriormente regresó a África para dedicarse a transportar a los turistas que visitaban los parques naturales de caza y algún tiempo más tarde tarde se trasladó con sus padres a Sudáfrica, donde siguió ejerciendo como piloto transportando suministros a los parques de caza. Este trabajo tan discreto provocó que se le perdiese la pista y diera lugar a diversas confusiones sobre su paradero. Peter Marshall falleció a la edad de 29 años en un accidente de tráfico en el que iba como acompañante en una carretera de Johannesburgo (Sudáfrica), el día 22 de octubre de 1986.