Si los diez capítulos de La maldición de Hill House (2018)
reinterpretaban para la televisión la famosa obra literaria de Shirley Jackson The Haunting of Hill House, la nueva
serie a la que aquella ha dado pie, The Haunting of Bly Manor, se
inspira en la que probablemente es la más conocida novela de fantasmas, Otra vuelta de tuerca (The Turn of the Screw)
de Henry James, llevada con anterioridad infinidad de veces a las pantallas
grande y pequeña, y siendo quizá su más famosa adaptación la realizada por Jack
Clayton en 1961, The Innocents, en España conocida como Suspense.
Mike Flanagan, artífice de La maldición de Hill House, vuelve a
estar detrás del proyecto, respaldado de nuevo por buena parte del equipo
técnico y artístico (repiten muchos de los actores, si bien en papeles
diferentes) con el que colaboró en la serie de hace dos años. También de nuevo
debemos asumir que estamos ante una relectura del libro, con muchas libertades
y variantes, por ejemplo que está ambientada en 1987.
Dani Clayton (Victoria Pedretti;
el guiño al director de la película clásica es obvio), una joven estadounidense
que reside ahora en Inglaterra y que parece huir de un pasado doloroso, obtiene
el puesto de institutriz en una centenaria mansión ubicada en la campiña. Deberá
hacerse cargo de dos hermanos, Miles (Benjamin E. Ainsworth) y Flora Wingrage (Amelie
B. Smith), que han perdido recientemente a sus padres y también a su anterior
cuidadora. Además de con estos niños, deberá convivir en la finca con otros
personajes: la señora Grose (T'Nia Miller), el ama de llaves, Owen (Rahul Kohli),
el cocinero, y Jamie (Amelia Eve), la jardinera. Como corresponde a la moda
actual en EE.UU. y es casi obsesión, las razas y géneros de los personajes están a menudo
cambiados con respecto a los de la novela de James.
Y, claro está, a medida que Dani
se va adaptando a su nueva vida y sigue luchando con los fantasmas de su pasado que le atormentan, irá internándose en los
misterios e intrigas que rodean a la familia Wingrage, tendrá que lidiar con el
extraño carácter de sus pupilos, y se irá sumergiendo en los oscuros recovecos
que conforman esa maldición de Bly Manor.
Todo esto nos es presentado al espectador, de manera parecida a lo que sucedía
con La maldición de Hill House, en
forma de varias líneas temporales que saltan constantemente a lo largo de los
capítulos, y por supuesto dentro de un mismo capítulo, para contarnos el pasado
y las motivaciones de los distintos habitantes de Bly Manor. Este recurso tan
habitual hoy día en las series de televisión –varios arcos e historias
entremezcladas– se hace en esta que reseñamos a veces demasiado tedioso e
intrincado, más aún cuando muchas de las historias que estamos viendo sólo acaban
de cobrar sentido en los capítulos finales, cuando se explican de manera más
clara los sucesos y escenas que hemos visto en los episodios precedentes. Así
pues, La maldición de Bly Manor tarda
bastante en despegar, prácticamente más de la mitad de su duración (nueve
episodios), pero el espectador paciente se verá recompensado con las últimas
entregas de la nueva obra de Mike Flanagan. Hay un episodio muy diferente y especial
que, rodado parcialmente en blanco y negro –no quiere adelantar demasiado sobre
él para no estropear el disfrute al posible espectador–, nos remite al cine de
Mario Bava, Roger Corman y otros clásicos del terror, así como a los cuentos
del mismísimo Edgar Allan Poe. Particularmente, ha sido el momento que más he
disfrutado de Bly Manor, algo similar
a lo que me ocurrió con La maldición de
Hill House, en la que también hay un episodio embriagador y absorbente que
destaca sobre el resto.
También como con su predecesora,
hacer notar que los productores optan por una serie de fantasmas en las que se
antepone el drama y la elegancia visual ante el susto fácil y la truculencia
–de hecho, Bly Manor es incluso menos
tétrica y oscura que Hill House–, lo
que, para el firmante, bastante cansado del cine fantasmagórico que puebla las
pantallas hoy día, es muy de agradecer.
Después de ver La maldición de Bly Manor me han entrado
ganas de volver a leer la novela de Henry James, que abordé hace varias
décadas. Creo que eso de por sí ya es una buena cosa que tiene esta nueva
adaptación televisiva.
Reseña de La maldición de Hill House (serie).
Reseña de The Haunting (La casa encantada).