Es indudable que el triunfo de The Conjuring (conocida por este pais como Expediente Warren) derivó no solo en secuelas del mismo, sino en varios spin-offs más o menos generados de la franquicia principal, siendo uno de ellos (La llorona) el que me hizo darme cuenta de que el filón de historias paranormales ambientadas en la década de los años setenta del pasado siglo es amplísimo si se empiezan a decantar por otras culturas y/o nacionalidades. Eso se podría afirmar que fue lo que ofreció en 2017 Verónica de Paco Plaza (con un resultado mejor de lo esperado) y que ahora quiere repetir esta Malasaña 32 con la ventaja de situarse cronológicamente en 1976, ya que el film de Plaza estaba situado a inicios de los noventa, sin ese "elemento" común temporal de la previamente citada Expediente Warren y la amplia estela que ha generado con sus derivados o secuelas.
Esta cinta dirigida por Albert Pintó coincide con la de Verónica a la hora de ser el retrato de una época determinada (en este caso 1976, si bien hay un conciso prólogo que tiene lugar cuatro años antes), lo cual logra con mucho acierto gracias a una cuidada ambientación que nos sitúa en aquellos años del final del franquismo, a lo que ayuda también el uso de emblemáticas canciones de Julio Iglesias o Raphael (si bien en esos momentos puede captarse como un guiño de humor negro, no siempre del todo adecuado) Mejor es el uso que se le da al clásico Un globo, dos globos, tres globos, consiguiendo que algo que sería tan infantil como Barrio Sésamo se vuelva inquietante y perturbador.
Los mayores aciertos de Malasaña 32 estarían en esa multitud de pequeños detalles que se utilizan de cara a situar al espectador en aquellos años, ya que aparte de la citada ambientación o el uso de algunos temas musicales, el film aprueba con solvencia en su intento de ser un retrato costumbrista de una época determinada usando multitud de elementos que van desde las peonzas o las canicas hasta las Galerias Preciados (unos grandes almacenes muy famosos por entonces y absorbidos a mediados de los noventa por El Corte Inglés) Asimismo los personajes principales están presentados de una manera sincera y creible, quedando muy bien retratada la dificultad económica de la clase obrera de por aquel entonces, lo cual logra la inmediata empatía del espectador ante los más que evidentes sustos por los que tendrán que pasar. La única excepción a esa regla sería el personaje a cargo de Concha Velasco, que parece esbozado de una forma muy clara para parecerse al de Elise Rainier (encarnado por la actriz Lin Shaye en la saga Insidious, también franquicia de terror iniciada por James Wan, el mismo responsable de la de Expediente Warren), si bien la veterana actriz cumple con corrección.
El mayor problema con el que tiene que lidiar Malasaña 32 viene en su planteamiento (aceptable dentro de los cánones del género, aunque sin duda bastante común: de familias que quieren comenzar una nueva vida se han visto ejemplos de todo tipo) y su posterior desarrollo, que abraza sin problemas todos los clichés más habituales del ya de por si sobreexplotado género del terror en su variante sobrenatural. No negaré que en conjunto consigue mantener la atención del espectador sobre lo que vaya a ocurrir, pero los recursos que emplea son tan clásicos que el mayor mérito estaría en la buena labor como director de Pintó para manejar la tensión, los sustos y el suspense, aunque luego no logre ser del todo sutil con esos elementos (hecho que se hace más evidente cuando se dan al final las explicaciones oportunas, que aunque aceptables dejan con la sensación de ser algo forzadas y apresuradas para justificar todo lo anterior) Es curioso porque el abuso que se hace del sonido en algunos momentos para asustar devalúa al propio film, que pese a circular por terrenos más que conocidos para el espectador de este género, sabe recrear con acierto los espeluznantes lugares por los que transita.
El mayor problema con el que tiene que lidiar Malasaña 32 viene en su planteamiento (aceptable dentro de los cánones del género, aunque sin duda bastante común: de familias que quieren comenzar una nueva vida se han visto ejemplos de todo tipo) y su posterior desarrollo, que abraza sin problemas todos los clichés más habituales del ya de por si sobreexplotado género del terror en su variante sobrenatural. No negaré que en conjunto consigue mantener la atención del espectador sobre lo que vaya a ocurrir, pero los recursos que emplea son tan clásicos que el mayor mérito estaría en la buena labor como director de Pintó para manejar la tensión, los sustos y el suspense, aunque luego no logre ser del todo sutil con esos elementos (hecho que se hace más evidente cuando se dan al final las explicaciones oportunas, que aunque aceptables dejan con la sensación de ser algo forzadas y apresuradas para justificar todo lo anterior) Es curioso porque el abuso que se hace del sonido en algunos momentos para asustar devalúa al propio film, que pese a circular por terrenos más que conocidos para el espectador de este género, sabe recrear con acierto los espeluznantes lugares por los que transita.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 17 de enero de 2020
- LO MEJOR: Su acertado retrato de la época que recrea así como su cuidada ambientación, a lo que añadir un reparto bastante solvente en el que destacan los más jóvenes, sobre los que se sustenta la mayoría del film.
- LO PEOR: La sensación de déjà vu al manejar elementos más que usuales de los que se ha abusado en exceso en el género del terror sobrenatural. También unas explicaciones finales algo forzadas y apresuradas.