jueves, 28 de febrero de 2013
DJANGO DESENCADENADO: MI CRÍTICA DE LA PELÍCULA
Hace un par de días que he visto Django desencadenado (Django Unchained), la última obra de Tarantino. Pero antes de meterme a desmenuzarla de cabo a rabo, permitidme aclarar que si bien Pulp Fiction se cuenta entre mis tres filmes favoritos (concretamente junto a Forrest Gump y Apocalypse now), el resto de trabajos del famoso cineasta de Tennessee no me entusiasman de igual modo. A ver, tampoco me malinterpretéis: no digo que no me gusten, ni mucho menos (de hecho la mayoría me parecen bastante entretenidas y en general muy originales). Sólo digo que para mí no alcanzan el extraordinario nivel de la citada Pulp Fiction. Y que conste que esa no es más que una apreciación personal y subjetiva.
Sin embargo, cuando vi Django Desencadenado, y a pesar de no ser precisamente el Western un género que me vuelva loco, debo admitir que la película me sorprendió muy gratamente. De entrada, es que tampoco la veo como un Western al uso. Es innegable que explota muchos de los recursos habituales del género, cierto (resulta obvio el homenaje que el director tributa al denominado Spaghetti Western que tan buenos resultados le diera a Sergio Leone o Sergio Corbucci) pero hay que admitir que el hecho de hacerlo con ese estilo tan sumamente personal, casi una marca registrada ya del universo tarantiniano, logra dotar a la cinta de un envidiable ritmo narrativo capaz de hacer que al final sus 165 minutos... ¡incluso se te hagan cortos! (lo cual ya me parece una auténtica hazaña de por sí).
Sobra decir que esto en modo alguno sería posible sin un argumento tremendamente original, que aúna drama, acción a raudales (con bastante violencia explícita) y unas cuantas pinceladas de humor cafre, todo ello sustentado con unos diálogos chispeantes y unas interpretaciones de lujo.
Así, encontramos a un solvente Jamie Foxx en la (castigada) piel de Django, el esclavo sureño al que cierto imprevisto le otorga la posibilidad de cambiar su destino. Se hace interesante asistir a su transformación de indefenso cautivo a vengador irredento. Como curiosidad, cabe mencionar que este actor es también el que encarnará a Electro en la próxima película de Spider-Man.
Mención aparte merece la memorable actuación del gran Christoph Waltz (que ya trabajara a las órdenes de Tarantino en Malditos bastardos). El austríaco interpreta aquí a cierto caza-recompensas tan eficaz como charlatán, y a la sazón artífice (relativamente casual) de la oportunidad que encuentra Django para recuperar la vida que le ha sido arrebatada.
El rol de Leonardo DiCaprio es el del gran villano de la trama, de nombre Calvin Candie, dueño y señor de una plantación esclavista. Hay que admitir que el tipo lo borda, y por si acaso a alguien le quedaba la duda de si estaba en esto del Show business sólo por su cara bonita, esta película lo redime de una vez por todas, o al menos debería hacerlo. Fijáos si lo hace bien, que llega un momento en que le coges tanto asco, que cuando quieres darte cuenta estás deseando que decida emprender un largo crucero en álgún trasatlántico con ínfulas de insumergible.
¿Y qué decir de la brillante actuación de Samuel L. Jackson, otro de los actores fetiche de Tarantino?. Me averguenza bastante decir lo que diré a continuación, pero lo cierto, amigos, es que tardé un rato en reconocerlo tras el personaje de Stephen (el repulsivo lacayo de Candie) ... ¡menuda labor la del departamento de maquillaje! (aparte del mérito del actor, claro, que como aquí camina medio encorvado, consigue situarse en las antípodas del paso firme y majestuoso de su también estupendo Nick Fury).
También me gustó especialmente la banda sonora (en la que incluso participa el genial Ennio Morricone con un tema creado ex profeso para la ocasión), pero tratándose de un film de este director, difícilmente podría ser de otro modo.
En resúmen: que Django desencadenado es desde ya mismo mi segunda peli favorita de Tarantino (sólo por detrás de mi adorada Pulp Fiction). Le doy un 8.
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A mi Dicaprio ya me viene sorprendiendo últimamente como buen actor. Génesis o diamantes de sangre son dos buenos ejemplos. Tenía ganas de ver esta peli y,gracias a tu artículo, se ha convertido en una necesidad.
ResponderEliminarSolo decirte que a mi, KillBill también me parece una peli trepidante de acción con ese humor negro de Tarantino. Pero coincido con tigo en que Pulp Fiction es su mejor película.
Pues siento llevarte la contraria, pero un servidor anda un poco cansado de Tarantino. Es un director que para mí no tiene ninguna originalidad: sus películas son todas refritos y remakes de otras anteriores, y me parece un personaje excesivamente sobrevalorado al que se ha sabido vender muy bien. Es por ello que, aunque hasta ahora he accedido a ver toda su filmografía, he decidido finalmente prescindir de este último trabajo suyo. Encuentro mucho más interesantes otras películas que hay en cartelera. Y eso que a mí sí que me encanta el western....
ResponderEliminarEn lo que sí que estoy de acuerdo con vosotros es en que DiCaprio es un buen actor, a pesar de su peculiar físico aniñado. Con él y con Brad Pitt me he llevado una sorpresa con los años, ya que en mi opinión ambos han sabido demostrar que no son sólo niños guapitos...
ResponderEliminarLo mejor de este film es los Oscars que ha recibido: mejor secundario para Christoph Waltz y mejor guión. Pero me sabe mal por DiCaprio y Jackson, realmente MAGNÍFICOS. Lo que pasa que a Tarantino le matan ultimamente las duraciones de sus películas, que tienden más hacia las 3 horas que hacia las 2, que tendría que ser lo más lógico.
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