sábado, 2 de febrero de 2013

CINE MÍTICO: THE TIME MACHINE (1960)


Inglaterra, 1899. Un científico construye un vehículo que le permite viajar a través del tiempo. Con él emprende un alucinante viaje a través de los siglos y es testigo, entre otros acontecimientos, de la Segunda Guerra Mundial y de un holocausto atómico en 1966, del que sale ileso. Su último destino es un paradisíaco lugar del futuro, cuyas gentes viven en el año 802.701, En esta lejana era, la indefensa raza Eloi se enfrenta a un horrible destino como víctima de unos terribles seres subterráneos, los Morlocks... a menos que el desconocido viajero del tiempo procedente del pasado actúe.

Producida y dirigida por un amante de la literatura de H. G. Wells, el húngaro George Pal, The time machine (conocida en España como El tiempo en sus manos, y en Hispanoamérica como La máquina del tiempo) es todo un clásico de la ciencia-ficción con el que han disfrutado diferentes generaciones de cinéfilos.

Aunque George Pal fue más productor (The war of the worlds -La guerra de los mundos-, The naked jungle -Cuando ruge la marabunta-, When worlds collide -Cuando los mundos chocan-) que director, se hizo bastante conocido por el musical infantil Tom Thumb -El pequeño gigante-, lo que le animó a volver a dirigir, en este caso cogiendo otro texto de Wells, (The time machine) y prescindiendo de Byron Haskin, su director fetiche, para ponerse el mismo detrás de la cámara. El resultado es una película de agradable visionado, apta para todas las edades, que destila emoción por todos sus poros.

Quizá el guión no acaba de sacar todo el partido posible a la obra de Wells, y aunque a grandes rasgos no deja de ser una adaptación bastante fiel, no debemos olvidar que sobre todo busca el entretenimiento más que la reflexión filosófica (que es lo que más abunda en el libro del autor nacido en Kent). Por tanto, esa filosofía subyacente en el libro original, básicamente una metáfora de la lucha de clases, se pierde casi por completo en esta adaptación.


La película, estrenada en 1960, y protagonizada por Rod Taylor, Alan Young, Yvette Mimieux y Sebastian Cabot, ganó un Óscar a los Mejores Efectos Especiales.

Remake de 2002

Como dato significativo, cabe apuntar que en el año 2002 se estrenó un remake protagonizado por Guy Pearce y Jeremy Irons, y dirigido por Simon Wells (a la sazón bisnieto de H.G. Wells, autor de la novela original de 1895 en la que se basan ambas cintas). Personalmente creo que, aunque es muy espectacular en lo que a efectos especiales se refiere, y puede considerarse más o menos entretenida, no alcanza el grado de calidad de la de George Pal.

3 comentarios:

  1. Pues, como tú dices, una película mítica para mí. La vi de muy jovencito y me impactó de por vida.... No es por hacer publicidad de mi blog, pero, para no repetirme, pues ya lo conté todo en un artículo coincidiendo con el 50 aniversario y aquí está:
    http://castilloruthwen.blogspot.com.es/2010/09/y-50-anos-de-el-tiempo-en-sus-manos.html

    ResponderEliminar
  2. Una maravilla descubierta en mi infancia que nunca me canso ni me cansaré de ver, y sin duda la mejor adaptación de la obra de Wells (la del 2002 se quedó bastante corta)

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo.... Yo también prefiero "la de 1960"; además, por lo que recuerdo, se adapta mucho más al texto original de H. G. Wells

    ResponderEliminar

Por favor, se ruega que seáis lo más respetuosos posibles en vuestros comentarios, ya que aquellos que sean violentos, racistas o deliberadamente ofensivos no son bienvenidos en este blog, por lo que en ningún caso serán publicados.