Si tuviera que elegir un personaje de cómic español para representar a nuestro país en cualquier concurso internacional, probablemente tendría una gran lucha interior.
Por un lado, AMO VISCERALMENTE al Capitán Trueno por acompañarme en tantas y tantas meriendas hace ya algo así como unos mil años (siglo arriba, siglo abajo), en el transcurso de las cuales me permitía ir con él y sus amigos en sus trepidantes aventuras por los más exóticos escenarios del mundo. Sí. Sin duda le debo mucho a Trueno por ser una parte absolutamente esencial de mi infancia.
El "problema" radica en que esa infancia dio paso a otra etapa no menos fascinante: la adolescencia.
En la adolescencia cayó en mis manos algún que otro ejemplar de la edición española de Creepy (vía Toutain), y entre sus variadas historietas descubrí a un adorable canalla cuya personalidad me atrajo instantáneamente: era Luca Torelli (alias Torpedo 1936), un curtido y malencarado gángster de aspecto patibulario, con un más que notable parecido físico con el Clint Eastwood de la época de El Jinete Pálido.
Hasta ese mismo momento, en el que yo solo había seguido y admirado a personajes de una catadura moral intachable (desde el mencionado Trueno hasta Spider-Man, pasando por El Guerrrero del Antifaz, Superman, o similares), para mí habría sido realmente inconcebible fijarme en un "héroe" que ya no es que no pusiera tan alto el listón de sus valores morales: sencillamente es que CARECÍA DE ELLOS.
Así conocí a este tipo zafio, bruto, inculto, cínico, violento y vengativo a más no poder. Alguien con quién es ciertamente difícil identificarse, a no ser, claro, que tú no séas más que otra sabandija inmunda de su misma calaña.
Pero..., ¿qué diablos fue entonces lo que me cautivó así de semejante elemento?. La respuesta es bién sencilla: aparte de que los dibujos de Jordi Bernet me atraparon por ser absolutamente perfectos para el tono de la serie (mucho mejores, por cierto, que los de Alex Toth, que dibujó las dos primeras entregas), no tengo palabras para describir la CALIDAD de los guiones de Enrique Sánchez Abulí.
Una ironía, un humor negro, unos juegos de palabras..., a la altura de los mismísimos Hermanos Marx o Woody Allen. ¡Y que conste que no exagero ni un ápice, ¿eh?!
Sí, amigos. Lo habéis adivinado: si servidor tuviera que elegir un personaje de cómic español para representar a nuestro país en cualquier concurso internacional, y aunque Torpedo no sea más que una rata despreciable, creo que el bueno de El Capitán Trueno se sentaría en el banquillo.
Para los que queráis animaros a descubrir a este magnífico personaje nuestro que goza de una más que merecida fama en el extranjero, pero que paradójicamente ha tenido un éxito más bien moderado en España (y es que como se suele decir "nadie es profeta en su tierra"), yo os recomendaría encarecidamente los cinco volúmenes "tapa dura" de Glénat que recopilan la totalidad de la obra en perfecta cronología.
¡¡¡Me parece una lectura IMPRESCINDIBLE!!! (luego no digáis que no os avisé, ¿eh?).
Me pregunto si al final no tendré algo de sabandija inmunda...
Torpedo, Luca Torelli, es uno de los mejores personajes del comic hecho en Easpaña.
ResponderEliminarDesde luego que no tiene nada que ver, a primera vista, con El Capitán Trueno, El Guerrero del Antifaz, o cualquiera de los otro héroes de mi infancia. Pero sí comparte con ellos un cierto código de honor. Luca torelli no es un desalmado completo. Ciertmente te liqida sin el más mínimo remordimiento. Pero no es un sádico que disfruta haciendo daño.
Espero y deseo, fervientemente, que a nadie se le ocurra llevarlo al cine.
Saludos
Creo que llegas un poco tarde, hay un corto de animación sobre el personaje. No lo he visto, y tampoco he leído mucho todavía de él como para ver si han sido fieles o no:
ResponderEliminarhttp://toccatayfuga.blogspot.com/2010/05/tic-tac-luca-torelli-es-torpedo.html