Hablar de los problemas previos que tuvo esta película hasta que al final acabó concretándose en esto daría para un artículo bastante extenso. En origen el propio Ezra Miller (que encarna a Barry Allen y su alter-ego Flash) fue el mayor interesado en sacar adelante este film, desde que se presentó en la versión de Liga de la Justicia estrenada en el 2017, aunque luego los posteriores problemas delictivos del actor llevaron incluso a temer por que este proyecto viera la luz.
Ya por aquel entonces indiqué que el mencionado Ezra Miller no me parecía el más adecuado para encarnar a Barry Allen y Flash, ya que en aquel momento aún era seguidor de la serie de televisión del citado personaje, y con el actor Grant Gustin de protagonista, que tomó el relevo con solvencia de la serie homónima de principios de los noventa con John Wesley Shipp de protagonista, interprete también presente en la citada y reciente producción televisiva.
Tras un periplo en líneas generales insatisfactorio (al menos comparado con el éxito de taquilla de la gran mayoría de las películas de Marvel), se le dio a James Gunn la potestad para construir un universo cinematográfico de DC más coherente, y se comentó que esta película sería la que pondría el primer eslabón en dicho reinicio.
La decepción (para algunos) será ver que aún no queda claro por donde se irá a partir de ahora en los próximos proyectos de DC, ya que cuando uno ha acabado de ver la película no queda muy claro quien tiene posibilidades de continuar en este universo (a tenor de lo que sugieren, uno sería el cameo en la escena postcréditos, al menos de momento), y quien será reemplazado (evidente en el gran ausente, aunque lo que es y representa tiene un homenaje bastante más acertado en pretensiones que en resultados visuales en un momento del tramo final, donde tienen cabida desde los que fueron hasta el podría haber sido, con el real cameo irónico final más inesperado) Pero no hay ningún tipo de adelanto sobre futuros proyectos, lo cual es lógico estando todo ello ahora mismo en una fase muy preliminar, por lo que igual esta sea la última película donde veamos a (casi) toda la alineación de esta Liga de la Justicia en ciertos momentos puntuales, a la espera de como evoluciona lo que esta historia ha provocado en el multiverso de DC, y si ello se ve reflejado de alguna manera en los proyectos sobre los que se está trabajando.
Como ya se sabía de antemano, el presente film adapta el arco argumental Flashpoint, que a tenor de lo que presenta la película sería muy fácil de resumir: Barry Allen asume el drama de haber perdido a su madre (una solvente Maribel Verdú, las cosas como son), asesinato por el que fue condenado su padre. Al tener los poderes de Flash decide viajar en el tiempo para evitarlo, siendo todo modificado por una cosa tan simple como una lata de tomate, lo cual me llevó a acordarme de la película Vengadores: Endgame, donde era una rata la que iniciaba la acción. El problema viene cuando su drama personal parece que ha sido corregido... pero más cosas se han modificado con sus actos, ya que no todo es como él lo dejó, en una difícil pero funcional mixtura en la que se mezclan los universos temáticos del Batman de Tim Burton (de ahí la presencia de Michael Keaton) y del Superman de Zack Snyder (de ahí la presencia de Michael Shannon que vuelve a encarnar al General Zod), situando en ese punto intermedio a la otra mayor novedad del reparto: la Supergirl a la que encarna la actriz Sasha Calle como ¿sustituta? de su popular primo.
La labor de Andy Muschietti como director resulta solvente, por lo que se posiciona para futuros proyectos en la misma casa (se le rumorea como posible candidato para encargarse de The brave and the bold), y en líneas generales esta película se sitúa sin problemas entre lo mejor (que NO lo mejor) que ha generado el universo DC en cines, pero tiene que lidiar principalmente con dos problemas: su protagonista y sus efectos visuales. En cuanto al primero si ya en la versión de 2017 estrenada en cines de Liga de la Justicia venía a ser el "alivio cómico", eso aquí se lleva a una dicotomía digna de Jekyll y Hyde, por lo que si de por si cuesta empatizar con el Barry inicial, luego sería sólo el "mal menor" ya que el posterior, tras los cambios que provoca, puede resultar en algunos momentos realmente cargante. En cuanto a los efectos visuales digamos que cumplen con solvencia sin destacar (no en vano los efectos de un velocista no sería algo muy novedoso en pantalla), pero pecan de hacerse DEMASIADO evidentes sobretodo en el rescate inicial con los niños, y en ese "homenaje" final que cité antes hacia cierto emblemático personaje.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 16 de junio de 2023.
- Galería de posters por este enlace.
Me gusta pensar que, cuando Ezra Miller corre en pantalla, se imagina a sí mismo huyendo de la policía.
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