El tiempo no para: ya han pasado 25 años desde que se estrenó Parque Jurásico, el film de Steven Spielberg que adaptaba la obra homónima de Michael Crichton y que fue un impresionante éxito que propició un renovado interés por los dinosaurios. Contradictorio como en ocasiones soy, tengo que admitir que dicha película me gustó pero sin entusiasmo, debido a que como tenía reciente la lectura de la novela, su adaptación se me hizo demasiado simplificada. Al menos la primera secuela fue más consecuente, y precavido que iba me ofreció lo que yo esperaba, pero la tercera entrega bajó tanto el listón que dejó la franquicia parada hasta que en 2015 Jurassic World se convirtió en otro inesperado éxito, que es el que nos lleva hasta el presente film, una secuela con signo español al estar dirigida por Juan Antonio Bayona.
Como protagonistas repiten Chris Pratt y Bryce Dallas-Howard, aunque no son los únicos porque también se suman BD Wong como Henry Wu y se vuelve a recuperar a un bastante desaprovechado Jeff Goldblum en el papel de Ian Malcolm, el cual esperaba que se integrara más dentro de la historia, pero que tan solo sirve para el prólogo y el epílogo de esta película. También tienen presencia en esta cinta otros interpretes más o menos famosos como James Cromwell, Geraldine Chaplin, Toby Jones o Ted Levine entre otros, aunque sin duda alguna las estrellas son esos dinosaurios de todo tamaño y condición, que tienen en esta secuela una presencia tan abrumadora como no recuerdo en las entregas previas, sin importar que sean ambientes terrestres, acuáticos, etc.
Hasta ahora en esta franquicia uno de sus escenarios más comunes habia sido Isla Nublar, que había aparecido en mayor o menor medida en todas las entregas previas, pero la primera parte de esta secuela ya la descarta de ahora en adelante. El motivo está en el volcán de la misma que ha entrado en erupción, llevando al debate de si es mejor que los dinosaurios que la pueblan se extingan (nuevamente) o habría que intentar conservarlos como especies en peligro. Ello es debido a que tras los sucesos del film precedente estos animales han colonizado la isla, conviviendo en los restos de lo que fue el parque temático Jurassic World, donde se les ha dejado existir en tan específico aislamiento, hasta que ahora ha surgido la duda sobre su futuro debido a la destrucción de su habitat por parte de la propia naturaleza. En los tres años que ya han pasado desde la anterior entrega la antes responsable del mencionado parque, Claire Dearing, se ha convertido en una activista a favor de los derechos de los animales que volverá a la isla junto con el experto Owen Grady tras que se ponga en contacto con ella el representante de un antiguo amigo de John Hammond. La intención inicial es salvar a cuantos más ejemplares mejor para llevarlos a una isla preparada para ellos, pero sobre los buenos propósitos se esconden otras intenciones...
El otro escenario primordial de esta película es la mansión Lockwood, donde acontece su segunda parte tras lo que ocurre en Isla Nublar, y que será donde destaque la nueva creación genética de esta película: el Indoraptor. Dicho animal vendría a ser el equivalente al Indominus Rex del film anterior, pero si allí se partía de un Tiranosaurio para generar esa especie nueva, en este caso es de un Velociraptor. Dicha criatura se luce cual si fuera una malévola gárgola, logrando escenas muy notables como las del acoso a la niña protagonista, apareciendo cual si fuera una angustiosa pesadilla (siendo ahi donde se puede hacer más evidente la mano de Bayona, recordando a su primera película: El orfanato) Aunque esta entrega sea una de las mejores de esta franquicia, al menos hasta el momento, también peca de ciertos detalles como lo maniqueo y tópico del villano, o que pasa al final con el personaje de Geraldine Chaplin, que se nota apuesta del propio Bayona para llevar la historia a su terreno, pero cuya presencia sería más que nada testimonial. Pero son detalles sobretodo secundarios si uno se deja llevar por una historia con un encomiable mensaje ecologista en un relato con un tremendo ritmo que se mantiene de una manera acertada durante todo su metraje, y en donde destaca sin duda su segunda mitad en la mansión Lockwood, al ser un escenario hasta ahora inédito en esta saga pero que Bayona aprovecha de forma notable.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 7 de junio de 2018
- Galeria de posters por este enlace.
- LA ESCENA: Habría muchas, pero me quedo con las finales (incluida una tras los títulos de crédito) que te dejan CON ANSIAS de que llegue la próxima entrega, justificando el título...
- LO MEJOR: El magnífico trabajo de Bayona tras las cámaras, alabado por el propio Spielberg, en el que ha sabido conjugar su pasión cinéfila con un estilo propio, además del notable uso de los efectos especiales (combinando tradicionales con digitales) así como todo el tramo que sucede en la mansión Lockwood.
- LO PEOR: Ciertos detalles del guión, como lo esquemático del villano o la resolución de algunos de sus personajes secundarios.
Nunca he conseguido engancharme a esta saga a pesar de haber visto todas sus entregas (cinco, creo). Esta última en concreto me ha parecido totalmente plana, arquetípica e insulsa a más no poder. No le veo más que los ciertamente magníficos F/X, pero eso para mí no es suficiente en una película; tiene que tener un mínimo de trama o de "miga". Seguramente no está pensada para que la disfrute alguien de mi edad, sino un público mucho más joven. Con esta secuela me despido de la saga, al menos en el cine. No pagaré más por ver sus continuaciones.
ResponderEliminarLo más malo que le encontré a esta secuela es dejarte con las ganas de la tercera, porque ese sugerido mundo con dinosaurios puede estar bien (siempre que luego no salten por peteneras con otras cosas)
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