Hoy quiero hablaros de otra de esas interesantes sagas imperecederas que han tenido el acierto de saber calar en los gustos del gran público. Una pista: la protagoniza cierto bábaro cimmerio con bastantes malas pulgas, lo que dicho sea de paso, convierte al mozito en cuestión en un eficaz administrador de mandobles demoledores. ¿Habéis adivinado ya a quien me refiero?. ¿Aún no?. ¡Por Crom, espabilad queridos amiguitos!, ¡estoy hablando de Conan!.
El primer proyecto para una película sobre Conan fue planeado por Edward Summer, que pensó realizar primero seis historias como parte de una serie, pero que al final nunca se realizaron. Creó además un guion junto a Roy Thomas, pero por diversas circunstancias tampoco fue filmado jamás.
Más tarde, entre la creación de Oliver Stone, las ideas de John Milius y las nuevas historias escritas por los sucesores de Robert E. Howard (creador del personaje), tales como Lin Carter y L.S. de Camp, fue posible la producción de Conan The Barbarian (Conan el Bárbaro), de 1982, la cual fue protagonizada por Arnold Schwarzenegger.
Al comienzo de la película Conan es esclavizado por Thulsa Doom, un jefe militar que fue quien asesinó a sus padres y a todo su pueblo, y que más tarde se hace líder del culto al Dios Serpiente. Cuando es liberado, después de varios años, busca venganza junto al arquero Subotai y la ladrona Valeria, pero ahí son contratados para liberar a una princesa que está cautiva precisamente por Thulsa Doom.
La película se aleja bastante de la obra original de Robert E. Howard y sólo algunas de sus escenas están basadas en los relatos del escritor. Por este motivo fue rechazada por algunos de los entusiastas del género.
Como curiosidad, cabe resaltar que inicialmente la película se iba a realizar en Yugoslavia, pero por razones políticas se trasladó a España. Sin embargo, el 23 de febrero la Guardia Civil entró en el rodaje y paralizó la producción, debido a que se estaba produciendo el famoso Golpe de Estado de Tejero (que afortunadamente no prosperó).
Parte de la película se rodó en la Pedriza de Madrid y el poblado se construyó en la ladera norte del Puerto de Navacerrada, en los pinares de Valsaín. Hace unos veintitantos años era una excursión fija ir al poblado y entrar en las cabañas o subirse a sus tejados, tirarse las piedras falsas que había desparramadas, etc. A principios de los noventa todavía quedaban rastros del pueblo.
El personaje de Conan, cuando es niño, es interpretado por Jorge Sanz, y no es por romper la magia, pero posteriormente el tiempo demostraría que cualquier parecido de Sanz con Schwarzenegger es pura coincidencia.
Dos años después (en 1984) Arnold Schwarzenegger se animó a protagonizar la segunda parte, Conan the Destroyer (Conan el Destructor), ésta dirigida por Richard Fleischer.
La banda sonora -al igual que la de la secuela- estuvo compuesta por Basil Poledouris, pero a diferencia de aquella, ésta no recibió muy buenas críticas.
En esta ocasión, la poderosa Reina Taramis promete a Conan hacer volver a Valeria, su amada, del Reino de la Muerte, pero con una condición: debe traerle un legendario cuerno con piedras preciosas incrustadas y a una bella y joven princesa. Lo que Conan ignora es que la Reina quiere utilizar el cuerno para despertar al durmiente dios Dagoth y sacrificarle a la princesa. Enfrentado con enemigos mortales y sobrenaturales, Conan debe convocar a las fuerzas del Bien para derrotar a Taramis e incluso al mismísimo dios Dagoth.
Recaudó treinta y un millones de dólares en Estados Unidos, lo que representaba un menor taquillaje que su predecesora aunque recaudó más que esta en el resto del mundo consiguiendo otros sesenta y nueve millones. La película recaudó lo suficiente para que tanto Schwarzenegger, como Fleischer, y De Laurentis volvieran a rodar juntos un año después Red Sonja, que finalmente recibió críticas mucho peores y recaudó mucho menos.
La tercera parte de la trilogía de Conan estaba planeada para 1987 bajo el título de Conan el Conquistador. Sin embargo Arnold Schwarzenegger se había comprometido a rodar Depredador, y el contrato que tenía firmado con De Laurentis había expirado tras la realización de Red Sonja y Raw Deal y no estaba dispuesto a negociar uno nuevo. La tercera película fue finalmente cancelada, aunque más tarde acabaría siendo transformada en el film Kull el Conquistador (protagonizada por Kevin Sorbo).
En agosto de 2011 se estrenó la nueva versión de Conan, dirigida por Marcus Nispel y protagonizada por Jason Momoa (Khal Drogo en Juego de Tronos).
Tras haber comprado los derechos del personaje las productoras Millenium Films y Lionsgate, el film se realizó con la intención de presentar una nueva versión del personaje, pretendidamente más cercana a la obra de Robert E. Howard que a las películas de Schwarzenegger. Nunca alcanzaría el éxito de sus predecesoras.
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| Dos versiones de un mismo personaje... ¿con cuál os quedáis vosotros? |
A continuación os dejo el inolvidable tema principal del primer film, épico donde los haya:
Conan fue un personaje que nunca me influyó especialmente. Aunque en aquella época leía muchos cómics de Marvel, a él no le consideraba propiamente un "superhéroe" y no consiguió fascinarme, aunque leí cosas de él. Inolvidables las mujeres que dibujaba John Buscema para un pre-adolescente al que empezaba a llamarle la atención el sexo opuesto.
ResponderEliminarCon las películas me pasó algo parecido... Las vi de estreno, pero no me calaron tan hondo como otras de aquella época. Supongo que era muy joven cuando se estrenó la primera para disfrutarla completamente (de hecho, el portero casi no me deja entrar al cine después de haber comprado la entrada porque no llegaba a la edad!).
Vista a día de hoy, le encuentro cosas muy interesantes (la BSO es para mí mejor que la película en sí), pero Arnold me rechina mucho. Si nunca ha sido buen actor, en estos primeros trabajos salta muchísimo más a la vista.
Por cierto, el primer proyecto de una película de Conan fue posiblemente del gran Ray Harryhausen, pero nunca se realizó.
La nueva versión me parece salvable. Podía haber sido mejor, pero bueno. Me pareció lamentable que mucha gente se echara contra ella incluso antes de haber visto ni un fotograma, aduciendo que la clásica no podía ser tocada. No parecen recordar, como tú apuntas, que contra la original también se alzaron muchas voces porque no respetaba las novelas... Siempre tiene que haber alguien que proteste...
"pero Arnold me rechina mucho. Si nunca ha sido buen actor, en estos primeros trabajos salta muchísimo más a la vista."
ResponderEliminarY en mi caso particular, a eso habría que sumarle que no trago al austríaco, a raíz de ciertos comportamientos llevados a cabo cuando era Gobernador de California. Pero bueno, como digo es tan sólo otra de esas apreciaciones personales que trato de dejar a un lado cuando escribo un artículo...
Sí, en cuanto a su ideología y actitud personal, es para no ver ni sus películas, pero a veces hay que ignorar esas cosas. Si no, no podríamos disfrutar del cine de John Wayne o Charlton Heston. Claro que ellos eran grandes actores, lo que nunca será Schwarzie...
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