miércoles, 19 de junio de 2013

HISTORIA DE BRUGUERA XXIII: LA MARCHA DE IBÁÑEZ


En otro desesperado intento de sanear al máximo sus números rojos, en 1984 la editorial vuelve a poner sus miras en sus personajes más exitosos: Mortadelo y Filemón, a fin de buscar un enésimo modo de rentabilizarlos al límite. De este modo pone en marcha la colección Magos del Humor, una serie bimestral de álbumes de 48 páginas encuadernados en cartoné, y dedicados en exclusiva a los famosos agentes de la T.I.A.. La colección se nutrirá exclusivamente de reediciones.

Pero hacia finales de año Ibáñez coge una baja forzosa a causa de una operación de cervicales, interrumpiendo a un único capítulo el trascurso de El cacao espacial. Así, entre los números 202 y 204 de la segunda etapa de Mortadelo (hay que recordar que la cabecera Súper Mortadelo cambió de nombre en el número 170) Ibáñez sólo se hace cargo de las portadas, mientras un equipo apócrifo, el llamado Bruguera Equip (del que ya hablamos por aquí) le sustituye temporalmente. De hecho, en el número 204 incluso le dedican una historieta-homenaje que lleva por título ¡Encuentren a Ibáñez!.

A este respecto, cabe mencionar que tampoco faltarán los malpensados que llegarán a dudar si esta baja médica es (dada la delicada situación de Bruguera), una simple excusa de Ibáñez para presionar a la directiva, o incluso para tener tiempo de buscar trabajo en la competencia.

En la portada del número 208 de Mortadelo, Ibáñez no sólo hace un chiste acerca de su estado cervical, sino que, de paso, aprovecha para "denunciar" la sobreexplotación a la que se ve sometido por parte de la editorial.

Ya en 1985, con Ibáñez de vuelta, entre los números 214 y 216 se publica el final de la interrumpida historia El cacao espacial. El maestro aún realizará para Bruguera la primera parte de El preboste de seguridad (números 217-221) y El cochecito Leré (números 233-245), que será su última historia larga para la editorial que lo lanzó a la fama un cuarto de siglo antes.

Pero ese mismo año Ibáñez abandona Bruguera para no volver, aunque ésta se queda con los derechos de sus personajes, de tal forma que a partir de aquí todas las nuevas historietas protagonizadas por los mismos (y no sólo algunas) pasan a manos del citado Bruguera Equip. Y la calidad, claro, se resentirá bastante. Es innegable que la mayor parte de esas nuevas aventuras son bastante insulsas y aburridas. Al mismo tiempo, se sigue reeditando material del autor original, obviamente sin su consentimiento.

Por su parte, el famoso autor comienza a trabajar para Grijalbo, donde crea nuevos personajes para la revista Guai!. Así nacen Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo y más tarde 7, Rebolling Street (una copia bastante descarada de 13, Rue del Percebe).

Ya en 1987Ibáñez y Ediciones Junior (Grijalbo) incluso se atreverán a traer de vuelta a los míticos agentes, pero utilizando el burdo truco de no llamarlos nunca por sus nombres originales en el logo de portada (por carecer de los oportunos derechos para hacerlo). De este modo, pondrán en marcha la revista Yo y Yo, que en esencia son aventuras inéditas de los mejores Mortadelo y Filemón, pero como digo, sin ser nunca denominados por sus nombres propios (excepto en el interior de la revista).

Primer número de la polémica revista Yo y Yo (de Ediciones Junior, Grijalbo). Si os fijáis con atención, veréis como en la parte superior derecha, Ibáñez dice (nombrando incluso al personaje): "Busque, compare y, si encuentra un Mortadelo mejor... me corto la rabadilla".

Esto provocará una situación nunca vista hasta entonces en España: la posibilidad de encontrar al mismo tiempo en el kiosko dos revistas diferentes, de dos editoriales diferentes, pero con los mismos personajes. Una tendrá personajes falsos bajo nombres verdaderos. La otra, personajes verdaderos bajo nombres falsos. Indudablemente, una situación de lo más compleja.

Pese a todo, la cosa se resolverá pocos meses más tarde, cuando ese mismo año se publique la nueva Ley de Propiedad Intelectual, que vendrá a confirmar (por fin) la propiedad de las obras por parte de los autores. Así, y con los derechos de sus personajes ya bajo el brazo, dejar Grijalbo y fichar por Ediciones B (Grupo Zeta) -que será quien finalmente adquirirá todo el fondo editorial de Bruguera tras el cierre de esta- será todo uno.

Desde entonces y hasta hoy, Ibáñez realiza 6 nuevos álbumes de Mortadelo y Filemón cada año (por supuesto ahora ya con sus nombres auténticos en portada), donde aparecen abundantes elementos de la actualidad y de las modas del momento en que crea cada uno de ellos. Hasta la actualidad han aparecido más de cien álbumes de estos de "nuevo cuño".

Próxima entrega: Ediciones B (Grupo ZETA)

2 comentarios:

  1. ¡Que interesante...! lo de la revista "Yo y Yo" no lo sabía... ¿y es cierto que en esas aventuras, nunca se llama por su nombre a los personajes?

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  2. Pues sacando la mencionada mini alusión de la portada del primer número, hasta donde yo sé, no. En portada nunca se les llamaba por su nombre.

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