En
julio de 1962 fallece
don Pantaleón Bruguera, quien venía siendo valedor principal de la editorial junto a su hermano
Francisco desde
1933. Se trata de una pérdida insustituible, tanto en el plano profesional como en el personal. Así, la portada del
nº 10 de la revista interna
Nosotros (
1962) muestra, bajo una fotografía realizada en su despacho, el titular "Ha fallecido
don Pantaleón Bruguera", con un texto inmediatamente debajo que comienza así: "Para quienes trabajábamos a sus órdenes, la muerte de
don Pantaleón Bruguera significa, además de la pérdida de un amigo querido, la desaparición de un hombre que con su esfuerzo y su talento, en estrecha colaboración con su hermano
don Francisco, había dado vida a unos núcleos de trabajo, a unas fuentes de riqueza cuyos beneficios se extienden hoy a
centenares de hogares". Sin duda se trata de un bonito epitafio cuya legitimidad avala el multitudinario séquito que acompañó a su entierro.
Pero tristezas aparte, la vida sigue. En
mayo de 1963 el prolífico
Francisco Ibáñez crea
El Botones Sacarino para el
número 628 de
El DDT, donde a priori fue tan sólo una serie
secundaria en la que no ocupaba más que una pequeña parte de la página (
primera aparición enn imagen superior). Tal y como en su día
ya viéramos por aquí, el personaje de
Sacarino está fuertemente basado en el personaje
franco-belga Gaston Lagaffe, más conocido en
España como
Tomás el Gafe, que fuera creado por
André Franquin en
1957. Ya que en
España Gastón no era conocido durante los
70,
Ibáñez aprovechó la ocasión para componer un híbrido de
Spirou y
Gaston, que dio como resultado al
Botones Sacarino.
Próxima entrega: Los éxitos del cine y la TV
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