sábado, 19 de diciembre de 2020

WONDER WOMAN 1984


Que el año 2020 no lo olvidaremos es algo obvio a tenor de esa maldita pandemia por el Coronavirus que en el apartado cinematográfico ha provocado multitud de retrasos en casi todos los estrenos masivos que tenian que haber llegado desde la pasada primavera hasta este momento. Con el futuro aún incierto las estrategias más allá de los sucesivos retrasos han sido las de Disney (echando mano de su plataforma de streaming para algunos de los títulos que tenían que haber llegado a las salas de cine en este periodo de tiempo) y Warner, que estrena Wonder Woman 1984 y TODOS sus estrenos para 2021 de forma paralela en salas de cine y en la plataforma elegida por ellos: HBO Max. A la espera, en el momento que escribo esta crítica de lo que deparará el futuro, se agradece un título de relevancia en la cartelera, sobretodo si se trata de la secuela del mejor film (hasta la fecha y según mi humilde opinión) que ha creado ese irregular universo cinematográfico de DC intentando seguir los pasos del más afortunado de Marvel.
 
Lamentablemente esta película ya arrastra el handicap de que los propios trailers y avances han desvelado detalles como el retorno de Steve Trevor (de nuevo encarnado por Chris Pine) cuando se supone que desaparecía en la anterior entrega, que además se situaba durante la Primera Guerra Mundial (ya que como revela el mismo título de esta secuela, ahora la acción avanza hasta el muy orwelliano 1984) Otro problema radica en una duración superior incluso a la del primer film, que ya en aquel caso quedó demostrado que no se empleaba justamente en desarrollar algunos conceptos que manejaba, por lo que cabe preguntarse si un reajuste de su metraje no hubiera sido algo más beneficiosa para esta Wonder Woman 1984. Resulta innegable que ante la carestía de estrenos que citaba al inicio se agradece algo así, pero al destacable disfrute que nos ofrece esta película, y que Patty Jenkins tras las cámaras y Gal Gadot de nuevo como protagonista saben repetir los aciertos que tuvo el primer film, sus dos horas y media de duración podían haber sido reducidas.

Casi toda la película justifica su existencia en un macguffin que funciona como el del clásico relato La pata de mono de W.W.Jacobs (al que hacen incluso mención para hacerlo más evidente) de tal forma que te concede lo que deseas pero pagarás un alto precio por ello. Como resulta evidente el retorno del personaje antes citado se justifica con dicha premisa, lo cual puede parecer coherente en la estructura de la misma película, pero que al mismo tiempo ofrece los momentos más bobalicones ya que su asombro ante el mundo moderno no deja de ser un estereotipo visto hasta la saciedad: el típico forastero fuera de su tiempo que tiene que acostumbrarse a nuevas costumbres que para él resultan desconocidas. La época en la que se ambienta este film se vuelve decisiva porque la Guerra Fría que aún estaba vigente por aquel entonces provocaba que los dos frentes militares (el norteamericano y el soviético) pugnaran por tener la hegemonía nuclear, siendo eso lo que lleva a la amenaza del colapso de la civilización, resuelto aqui apelando a nuestra humana bondad como virtud.

Aunque se le ha visto la cara escasas veces en dicha serie televisiva, el protagonista de The Mandalorian (el actor Pedro Pascal) tiene a su cargo al villano Maxwell Lord, aqui tan solo Max Lord, que en su planteamiento y evolución no resulta extraño percibir tantos y tantos megalómanos con ansias de dominación mundial con los que se ha enfrentado James Bond, aunque si se quiere hilar más fino es posible ver una crítica contra la arrogancia y la prepotencia de Donald Trump, el actual presidente de los Estados Unidos. Se le unirá en sus planes el personaje de Barbara Minerva, al que la actriz Kristen Wiig le otorga una evolución que puede recordar a la que tuvo Selina Kyle en Batman vuelve de Tim Burton, ya que de ser una mujer apocada y miedosa se transformará poco a poco (más acelerado en su tramo final) en la villana Cheetah. Eso le lleva a tener cierto momento de empoderamiento en el que también es facil ver un evidente mensaje antimachista, convirtiéndose en depredadora cuando antes había sido una fragil víctima.

El citado macguffin afectará a todos los personajes del film, pero mientras que Diana se dará cuenta del precio que tiene que pagar por conseguir lo que desea, los personajes de Max Lord y Bárbara Minerva se mostrarán más reacios a ello, debido a que como el sistema parece haberse olvidado de ellos, cuando obtengan el poder para voltear dicha situación no serán capaces de manejarlo correctamente. Eso se puede interpretar como un claro mensaje de que es mejor la honestidad (de la que hace gala la protagonista) que la arrogancia (por parte del duo de villanos, que se regodean gracias a este giro del destino que les ha sido tan beneficioso) El mayor problema, como he citado antes, es lo irregular que resulta esta película debido a su dilatado metraje, lo que se hace muy evidente en su ritmo, pecando (de forma más clara que en su predecesora) de dilatar momentos insustanciales (como por ejemplo en la escena de los fuegos artificiales: un homenaje de Patty Jenkins a su difunto progenitor que resulta tan elegante como prescindible)

Como toda película de superhéroes de los últimos años, este film tiene escena post-créditos aunque en este caso tan sólo una entremedio de los mismos en el que el personaje de Artemisa (¿aparecerá en una hipotética tercera entrega?) sirve para el cameo de cierta actriz que hizo famosa al personaje en la década de los setenta. Asimismo tengo que admitir que si Wonder Woman 1984 es espectacular, eso se aumenta si se ve, como ha sido mi caso, en los cines Filmax Gran Via, donde pude disfrutarla en 3D y 4DX, este último un sistema para disfrutar del cine de forma sensorial con el que en su día ya pude ver la nueva versión de El rey león y el reestreno de REC.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 18 de diciembre de 2020
  • Galeria de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: La buena labor de Patty Jenkins dirigiendo y Gal Gadot de nuevo como Wonder Woman, así como unos villanos más carismáticos que los de su predecesora. También sus escuetas pero bien resueltas escenas de acción (destacando el prólogo de Themyscira) y la épica banda sonora de Hans Zimmer.
  • LO PEOR: Lo forzado del regreso del personaje de Chris Pine, si bien el actor lo resuelve lo mejor que puede, y lo irregular de su excesivo metraje, que extiende momentos más insustanciales en detrimento de otros más trascendentales.

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