Hoy quiero inaugurar una nueva sección, que he pensado en titular Los mejores cómics de... (el personaje de turno). Una sección que espero que se convierta en una guía para lectores advenedizos, que quieran hincar el diente a las lecturas de un héroe determinado, pero que no sepan muy bien por dónde empezar. El propósito de esta serie no es otro que darles a conocer aquellas obras que por su calidad o trascendencia se han convertido, por derecho propio, en auténticos must-have.
Y dado que el que está considerado el primer superhéroe, aquel que tuvo el honor de iniciar el género es nada más y nada menos que nuestro querido Hombre de Acero... ¿Qué mejor estreno podría tener la sección que poner el foco en Superman?
Pues bien: ya sin más dilación, aquí os dejo una breve reseña con un puñado de tebeos imprescindibles de nuestro kryptoniano favorito. (Y conste que el orden no va en función de su calidad, sino únicamente de su cronología).
For the Man Who Has Everything // Whatever Happened to the Man of Tomorrow?
Empezaremos hablando de la primera de ellas, que fue publicada como el Annual 11 de Superman en septiembre de 1985, con guion nada más y nada menos que de Alan Moore y dibujo de Dave Gibbons (curiosamente, el mismo equipo creativo que sólo un año después nos regalaría la celebérrima Watchmen): For the Man Who Has Everything (más conocida por estos lares como "Para el Hombre que lo Tiene Todo").
¿De qué va?
La historia comienza con un pequeño prólogo donde Kal-El vive en Krypton, llega a casa y recibe un regalo sorpresa de cumpleaños, mientras en el mundo real, Batman, Robin y Wonder Woman llegan a La Fortaleza de la Soledad para celebrar el cumpleaños de su amigo. Para asombro suyo, se encuentran al héroe enganchado a una especie de planta, La Piedad Negra, que le hace soñar con su mayor deseo, que no es otro que el haber tenido una vida plena en un Krypton que hubiese sobrevivido.
Pronto descubriremos que La Piedad Negra -enviada por Mongul para acabar con el Kryptoniano- es en realidad una suerte de parásito que se adhiere a la víctima y entra en simbiosis con ella, alimentándose de su bioaura dándole a cambio lo que más desea en el mundo.
Por no destriparos la historia no os contaré el desenlace. Sólo deciros que es de lo mejorcito de Superman jamás escrito.
La otra obra de este tándem es Whatever Happened to the Man of Tomorrow?, traducida en España a veces como ¿Qué le pasó al Hombre del Mañana? o ¿Qué fue del Hombre del Mañana? (dependiendo de la edición de turno). El cómic vio la luz en septiembre de 1986.
¿De qué va?
Pongámonos en contexto: a mediados de los años ochenta, la editorial DC llegó a la conclusión de que su continuidad era una pesada losa que lastraba la incorporación de nuevos lectores... ¡Y no le faltaba razón! Para remediarlo, decidieron hacer un reseteo radical de todo su universo, una especie de borrón y cuenta nueva que reiniciara sus series como si en lugar de haber empezado a publicarse entre finales de los años treinta y principios de los cuarenta, empezasen en aquel preciso momento. Dicho reseteo se materializaría en forma de una maxiserie de 12 números que se tituló Crisis on Infinite Earths (Crisis en Tierras Infinitas), un evento tan importante que sin duda marcó -literalmente- un antes y un después en la historia de la editorial. Pero antes de que Superman se iniciase en esa nueva etapa, quisieron darle una despedida por todo lo alto a lo que había sido su continuidad hasta aquel entonces. Y dicen las malas lenguas que, cuando el editor Paul Kupperber le comentó a Moore que necesitaba encontrar un guionista adecuado para escribir la última historia del Superman clásico, éste directamente le amenazó con matarle si no lo elegía a él para tan excelsa tarea. Y claro: lo eligió. Por contra, la parte gráfica recayó en Curt Swan, todo un clásico en las aventuras del personaje.
Su trama es tan sencilla como eficaz, pues se apoya en las palabras de Lois Lane, que concede una entrevista para contar los últimos días del personaje, regalándonos dos números plagados de buenos momentos, épica a mansalva (se dan cita para la ocasión los mayores enemigos del personaje) así como algunas ideas polémicas. En esencia, la reflexión definitiva del peso que supuso para Superman servir de inspiración para todo y todos.
The Man of Steel #1-6
Unánimemente aclamada por público y crítica como el mejor origen de Superman, la miniserie The Man of Steel de John Byrne (1986), más conocida aquí como El Hombre de Acero, reinventó al personaje tras la mentada Crisis en Tierras Infinitas. Atrás quedaban 50 años de aventuras y superpoderes de todo tipo, a cada cual más absurdo, y daba comienzo una nueva era de gloria para Superman en la que se convertiría en un héroe más accesible, cercano y humanizado. El héroe que los lectores de la época demandaban a gritos.
¿De qué va?
Como ya hemos apuntado, se trata de una puesta al día del origen del Último Hijo de Krypton, orientada a los gustos de una nueva generación de lectores. En opinión de muchos (entre los que me incluyo), fue una especie de "marvelización" del héroe... ¡Y vaya si funcionó! Tanto fue así, que los preceptos que asentó se consideraron canon durante muchos años, al menos hasta que nuevas reinterpretaciones acabaron relegando muchos de ellos a un segundo plano. En cualquier caso, se trata de una etapa que no ha envejecido nada mal, y sigue siendo altamente disfrutable a día de hoy.
The Death of Superman
Considerada hoy una novela gráfica, La Muerte de Superman (1992-1993) fue en realidad una macro-saga repartida entre los distintos títulos del kryptoniano (The Man of Steel, Superman, Adventures of Superman y Action Comics).
¿De qué va?
Pues dado que el título de la saga deja poco lugar a la imaginación, no me extenderé demasiado en los pormenores. Eso sí: puntualizar que estamos hablando de una época donde la credibilidad sobre la muerte y posterior resurrección de un personaje no estaban -ni mucho menos- tan trilladas como hoy, por lo que el impacto que provocó es difícil de entender para un lector actual. Tanto fue así, que este acontecimiento incluso tuvo presencia en los medios de comunicación generalistas... ¡Y la gente se lo creyó! Como digo, eran otros tiempos...
Kingdom Come
Miniserie de cuatro números publicados de mayo a agosto de 1996, y posteriormente recopilados como novela gráfica, con guion de Mark Waid y arte de Alex Ross.
¿De qué va?
Para entender esta obra en toda su magnitud, es esencial tener en cuenta que, en el momento de su publicación (mediados de los 90), el género superheroico estaba atravesando una de las mayores crisis de su historia. Los héroes clásicos, y sus férreos principios morales parecían haber pasado de moda, y las nuevas generaciones -probablemente influenciadas por una mala interpretación del mensaje del Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons, y abducidos por la provocadora propuesta de Image- sólo parecían tener ojos para antihéroes ultraviolentos, oscuros y atormentados, con dientes apretados, cinturones llenos de cartucheras, músculos hasta en las pestañas y armas del tamaño de un bazooka. Es por tanto, en tan convulso momento, cuando ve la luz este Kingdom Come, como respuesta directa a esa infausta moda, para venir a decirnos -con el pretexto de su trama- por qué el mundo seguía necesitando a los héroes de siempre, los de corazón puro y moral intachable por encima de aquellos otros puchis de baratillo.
Así, el argumento nos plantea una humanidad repleta de metahumanos, los cuales utilizan sus habilidades en beneficio propio o para aplicar una forma distorsionada de justicia. Esto los enfrenta a la Liga de la Justicia; que regresa después de que una explosión nuclear destruye Kansas (el hogar de Superman). Este hecho los devuelve a la palestra en medio de una nueva sociedad de villanos liderada por Lex Luthor y la Organización de las Naciones Unidas en contra de los metahumanos.
Como digo, el guion de Mark Waid critica muy hábilmente entre líneas la irrupción desmedida de esos "héroes" de nuevo cuño y su cuestionable proceder, al tiempo que reivindica el lugar que merecen los superhéroes tradicionales. En cuanto al increíble trabajo hiperrealista de Alex Ross, cualquier cosa que diga se quedará corta, de modo que sólo diré una cosa: ¡haceos con este cómic!
Superman for All Seasons
Traducido a veces como Superman: Las Cuatro Estaciones, y otras veces como Superman: Para Todas las Estaciones (dependiendo de la editorial que lo publicaba).
Se trata de una miniserie de 4 números (uno por cada estación), escrita por Jeph Loeb y dibujada por Tim Sale, publicada mensualmente entre septiembre y diciembre de 1998.
¿De qué va?
La historia arranca en los primeros años de adolescencia de Clark Kent, y cada uno de los cuatro episodios cuenta con un narrador diferente, desde la óptica particular de cómo cada uno de ellos ve al personaje. Así, el número de primavera es narrado por Jonathan Kent (padre adoptivo de Supes), el de verano por Lois Lane, el de otoño por Lex Luthor, y el de invierno por Lana Lang.
All-Star Superman
Se trata de una maxiserie de 12 números, escrita por Grant Morrison y dibujada por Frank Quitely, publicada mensualmente entre noviembre de 2005 y octubre de 2008.
¿De qué va?
En pocas palabras, podría decirse que es una carta de amor al Superman de la Silver Age, condensando en un puñado de tebeos gran parte de los elementos que reinaron durante la citada era. Un trabajo soberbio con un Morrison bastante más contenido de lo habitual, sin excesivas marcianadas de esas que suelen caracterizar otros trabajos del escocés. ¡Altamente recomendable!
Y básicamente, estas son mis recomendaciones sobre el Hombre de Acero. Os aseguro que si les hincáis el diente, no os arrepentiréis.
Quizás os interese leer también Los Mejores Cómics de... Batman.
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