La temporada de “cine superheroico” 2015 se iniciaba esta semana con la esperada Vengadores: La era de Ultrón, y a su estreno acudía fielmente un servidor a pesar de tener ya una edad que muchos podrían considerar un tanto… inadecuada para ver este tipo de películas, seguramente destinadas a un público más joven. Pero es que, ¿qué puedo decir? ¡Quizá me siento joven de espíritu! O quizá también desea uno recuperar algo de la ya lejana juventud o revivirla aunque sólo sea por un par de horas. Además de que creo haber repetido en varias ocasiones que en mi adolescencia fui un fan de los cómics de todos estos personajes de Marvel y DC, que entonces eran muy difíciles de llevar dignamente a la gran pantalla a pesar de lo mucho que yo lo deseaba. La tecnología digital del siglo XXI ha hecho que esto puede cumplirse ahora con efectos especiales de un realismo pasmoso, así que considero la realización tardía de todos estos films como una vieja deuda que me tenían que pagar o una espinita que me tenía que sacar en esta vida.
De la secuela de la película de Joss Whedon de hace tres años –y nuevamente dirigida por él– salgo entretenidísimo después de más de dos horas de acción, peleas, explosiones, robots, personajes con toda suerte de habilidades y poderes a cada cual más peculiar y estrambótico y hasta un malo simpaticón. Seguramente no es el tipo de cine del que disfrutarán los cinéfilos más sesudos e intelectualmente más exigentes, pero a un soñador como yo le resulta más que de sobra. Para mí es como un viaje lisérgico o una sana borrachera de fotogramas, además de un reencuentro con muchos de los compinches de papel que enriquecieron mi imaginación juvenil (aunque algunos, algo cambiados). Y, esta vez, son aún más, ya que al grupo del film original se unen nuevos reclutas como la Visión, la Bruja Escarlata o su hermano Mercurio. El reparto es demasiado largo como para nombrarlo, y la verdad es que quizá ninguno de sus componentes me resulta especialmente interesante por separado, pero juntos acaban siendo casi irresistibles.
Solamente había una cosa que me daba miedo de esta secuela y que, por suerte, no se ha hecho realidad, y era que a su director se le volviera a ir la mano con el recurso fácil y hastiante del comic relief: los chistecitos y el humor condescendientemente insertados entre escenas dramáticas de un film para “relajar” la tensión del espectador. Por suerte, los que aparecen en esta La era de Ultrón me resultan bastante más acertados y mejor repartidos que los del primer largometraje de Los vengadores, en donde el abuso de estos ardides narrativos consiguió estropearme el film. Vamos, que hasta diría que esta continuación me parece incluso un poquito superior, sin considerar ninguna de las dos películas excepcionales.
Quedan dos títulos más de superhéroes este año, y ambos se estrenarán en verano: el innecesario reboot de Los 4 Fantásticos, y la adaptación al cine de las aventuras de El Hombre Hormiga. Cuento con poder acudir a verlos, aunque de ninguno de ellos espero la espectacularidad y la diversión que me ha proporcionado esta nueva aventura de Los Vengadores.
El año pasado por estas fechas dudaba del éxito de Guardianes de la galaxia... y al final fue de lo mejorcito que he visto el año pasado. Lo digo porque Ant-Man igual da la sorpresa (yo al menos voy con la idea de dejarme sorprender totalmente) En cuanto a 4 Fantásticos pues de momento no me emociona pero no le veo mala pinta PESE a las evidentes licencias que se toman frente al producto original.
ResponderEliminarBueno, en Ant Man sale Evangeline Lilly... para mí ya tiene un gran valor :P
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