SPIDER-MAN CUMPLE 50 AÑOS

Tal día como hoy hace cincuenta años, es decir, el 5 de Junio de 1962, llegaba a las tiendas de Estados Unidos el cómic Amazing Fantasy Nº 15 (imagen superior). ¿Qué tenía de particular esa revista?, pues aparentemente no demasiado, más allá de ser un título moribundo, ya que el que por aquel entonces era el editor de "la casa de las ideas", Martin Goodman, íba a cancelarlo sin remisión. Bueno, y a decir verdad había otra "pequeña" particularidad, pues en aquella publicación hizo su primera aparición "un tal Spider-Man", con guión de Stan Lee y dibujos de Steve Ditko.

Tiempo atrás Stan Lee había presentado a Goodman una idea "absurda" para un nuevo personaje que, por supuesto, éste rechazó de plano: un superhéroe adolescente con las habilidades de una araña. ¿Podía haber un concepto más descabellado? Aquello nunca funcionaría. En aquel momento los únicos adolescentes de los cómics aspiraban, como mucho, a sidekick, pero nunca a protagonista absoluto. Por otra parte... ¿tener una araña como símbolo (con lo que la gente odia a las arañas)?. ¡Bah!, impensable.

Afortunadamente, Lee no se amilanó ante la negativa y pudo colocar a su nueva creación, a la que el lápiz de Steve Ditko dió forma, en el último número de la citada revista. Total... ¿a quien diablos le importaría lo que se incluyese en un último número?. Así, a través de un escueto relato (aparentemente autoconclusivo) de tan sólo 11 páginas nos encontramos con la historia del joven y tímido estudiante Peter Parker, el cual es accidentalmente mordido por una araña radiactiva que le confiere sus asombrosos poderes, a raíz de los cual se diseña su propio traje y unos apropiados lanzarredes, con el dudoso fin de dedicarse al mundo del espectáculo para sacar beneficio de su recién adquirido don.

Sin embargo, esta historia viene con moraleja incorporada, ''Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad'' (una frase que se convertirá en el mítico y obsesivo leitmotiv del personaje por los siglos de los siglos). El caso es que nuestro héroe, ebrio de éxito, deja pasar la oportunidad de detener a un simple ratero. Un simple ratero que, fatídicamente, acabará asesinando a Ben Parker, tío de Peter y a la postre su tutor y padre adoptivo. Peter, ciego de ira y frustración, detendrá finalmente al ladrón sin esfuerzo, momento en el que -presa de la culpa y el más amargo remordimiento- tomará la trascendental decisión de usar sus poderes para hacer el bien. Se había forjado un nuevo héroe. El resto, como se suele decir, ya es historia.

Al poco, centenares de cartas de los aficionados no tardarían en inundar la redacción pidiendo una continuación de las aventuras del singular arácnido, que de este modo recibiría su propio título. Desde entonces han pasado 50 años, y aquel personaje que nació condenado al fracaso forma hoy, medio siglo después, parte fundamental de la cultura popular y del imaginario colectivo, habiéndose ganado -por derecho propio- un lugar de honor en el pódium de los más icónicos superhéroes, junto a otras leyendas como los mismísimos Superman o Batman, con los que disfruta del status de fenómeno social.

Cinco décadas de apasionantes historias, adaptándose a los tiempos y gozando de tan buena salud como el primer día. 

Sí, queridos amiguitos. Hoy hace 50 años del nacimiento de Spider-Man. Con mucho mi superhéroe favorito. Tenía que decirlo.