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sábado, 2 de junio de 2012

KRYPTO EL SUPERPERRO (Y OTRAS CÉLEBRES ANIMALADAS)


Cuando Superman, más que el Hombre del Mañana aún era el Hombre del Ayer (es decir, en la denominada Era Pre-Crisis), su universo contó con algunos curiosos personajillos prácticamente impensables en el actual contexto del personaje.

Si algo puede hoy -a duras penas- disculpar tan extravagantes conceptos a nuestra cínica mirada, es únicamente la idea de que los tiempos eran otros, y por lo visto, los gustos también.

Así que hoy, queridos amiguitos, se me ha ocurrido repasar con vosotros a estos pintorescos personajes, especialmente para asombro de los más jóvenes del lugar, que sin duda no darán crédito a semejante sarta de animaladas.

En primer lugar creo que debemos hablar de Krypto el Superperro.

Su primera aparición fue en Adventure Comics Nº 210 (Marzo de 1955), con guión de Otto Binder y dibujos de Curt Swan, en la actualidad uno de los cómics más caros por el debút en cuestión.
Como se explica en dicho cómic, Krypto era originalmente el perro del pequeño Kal-El mientras estaban en Krypton. Jor-El, mientras probaba los prototipos para el cohete que enviaría en el futuro a Kal-El a la Tierra, decidió usar a Krypto como un sujeto de prueba. Sin embargo, el cohete de Krypto se salió fuera de curso; el cohete flotó durante años a través del espacio hasta que aterrizó en la Tierra, dónde Krypto se reunió con el entones adolescente superhéroe, Superboy.

Adventure Comics Nº 210 (1955): primera aparición del pintoresco supercan

Al principio, este estrambótico personaje aparece en el cómic causándole algunos problemas a su célebre amo por no saber controlar sus poderes al llegar a la Tierra, pero pronto Superboy lo entrena lejos de Smallville antes de llevarlo a la granja Kent y adoptarlo como miembro de la familia, además de tener una identidad secreta para ayudarlo en sus aventuras como el superperro de Superboy.

Cuando Superboy fue miembro de la Legión de Super Héroes, Krypto también fue miembro de las supermascotas (¡tócate las narices!), entre ellas contando como compañeros estaba Beppo, un mono que al igual que Krypto fue usado por Jor-El, Comet, el Supercaballo compañero de Supergirl (la prima de Kal-El, también de krypton, que un poco más y por su número ya podían haberse venido todos en un autobús), y también estaba Streaky, un gato de la Tierra que obtuvo poderes por accidente.

Como todo los habitantes de la Tierra bajo un sol amarillo y en ambiente con poca gravedad (en contraposición al sol rojo de Krypton y su alta gravedad), Krypto obtuvo los mismos poderes y habilidades que su amo, aunque sus habilidades físicas eran proporcionales a su menor tamaño y especie, similar a un perro ordinario contra un humano. Krypto también tenía inteligencia super-canina con un nivel aproximadamente humano, aunque con sus rasgos e intereses caninos todavía presentes (uséase perseguir gatos, morderle al cartero, miccionar contra los arboles, olisquear los culos de sus semejantes, y demás inquitudes perrunas).

Las historietas expresaron sus... ¡éjem! pensamientos en globos que indicaban lo que Krypto estaba... ¡éjem! pensando y al igual que todo habitante de Krypton su debilidad era la Kryptonita y la magia.


Krypto era mostrado como un perro blanco de raza genérica (su análogo más próximo a una raza de perro de la Tierra podría ser un Parson Russell Terrier blanco), y cuando luchaba contra el crimen, normalmente llevaba en el cuello un logo miniatura de la "S" de Superman, y una capa como la de éste, pero proporcional a su tamaño.

Cuando no acompañaba a Superboy/Superman, Krypto ocupó mucho de su tiempo en viajar a través del espacio; y en la Tierra, se quedó con la familia Kent como su querido perro Skip. En esa identidad, sus guardianes aplicaron un parche de tinte castaño en parte de su lomo para disfrazarlo, parche que Krypto podía quemar con su visión de calor para cambiar su apariencia.

Krypto tenía la distinción de pertenecer no a una, sino a dos organizaciones de super-animales (sí, habéis leido bien); la Legión de Super-animales domésticos del siglo 30, y la Agencia de la Patrulla Canina Espacial.
En los setenta, protagonizó su propio serial en Superman Family.

Beppo el Supermono:

En un derroche de imaginación sin precedentes, Beppo fue creado por Otto Binder y George Papp y apareció por primera vez en Superboy Nº 76 (octubre de 1959).


Este mono Kryptoniano decidió colarse como polizón a bordo del cohete del bebé Kal-El que lo trajo a la Tierra, aunque nada más llegar aquí, el macaco, que era todo un cachondo mental, se fue a lo suyo. Como no podía ser de otro modo, Beppo tenía los mismos poderes y habilidades que cualquier adulto de Krypton, con la particularidad de que, como en el caso de Krypto, sus habilidades físicas eran proporcionales a su menor tamaño y especie. Algunos años después de su llegada a la Tierra, y tras pasar innumerables peripecias por su cuenta en las selvas que hay por esos mundos de Dios, Beppo, ataviado con un traje que más o menos imitaba al del Hombre de Acero, entró a formar parte de la ya citada Legión de los Super-animales domésticos. Sin comentarios.

Streaky, el Supergato:

Aparecido por primera vez en Action Comics Nº261 (Febrero de 1960), creado por Otto Binder y Jim Mooney, Streaky (Rayito) era el gato mascota de Supergirl quien le dio súper poderes por una rara forma de Kryptonita.


Supergirl estaba experimentando con un trozo de kryptonita verde en un intento de encontrar una manera de neutralizar sus efectos mortales. Cuando su experimento falló, ella tiró la kriptonita por la ventana. Su mascota Rayito la encontró y fue expuesto a su radiación. Rayito obtuvo superpoderes en forma mas limitados que los de Superman y Supergirl, incluyendo vuelo, super fuerza, super-visión y súper velocidad. El lindo minino también se convirtió en miembro de la citada Legión de Super-animales

Comet, el Supercaballo:

Apareció por primera vez en Action Comics Nº 292 (octubre de 1962), y fue creado por Jim Mooney (quizá en uno de sus días más bajos). Este caballo blanco era el fiel compañero de Supergirl y periódicamente la acompañaba en sus aventuras.


Comet fue una vez un centauro llamado Biron en la Grecia clásica. Un dia, en agradecimiento por una buena acción, la hechicera Circe, acuerda convertir a Biron, en un hombre de verdad. Pero un mago malvado de nombre Malador manipuló las pociones produciéndose el cambio a la inversa, y se convirtió en caballo.
Aunque Circe fue incapaz de revertir el trágico accidente, para compensarlo por su sufrimiento le dota con grandes poderes mágicos y con la habilidad de comunicarse por medio de la telepatia, asi como de la inmortalidad. Malador destierra al caballo a un planeta lejano, para mantenerlo encarcelado por medio de un aura mágica.
Así, Biron estuvo encarcelado más de 3000 años, esperando su libertad, hasta el día en el que el cohete que lleva a Supergirl hacia la Tierra rompe accidentalmente la aureola mágica y Biron puede al fin volver a ser libre.
Como agradecimiento, el supercaballo vuela a la tierra, localiza a Supergirl, y establece contacto telepático con ella. La joven lo adopta llamándolo Comet y juntos emprenden grandes e idílicas aventuras (y mirad cuán idílicas serían, que prácticamente podría decirse que en alguna ocasión casi rozaron la zoofilia).


Durante uno de sus viajes y como premio, el príncipe Endor del planeta Zerox, un mundo habitado por hechiceros, recompensa a Comet con el poder de asumir forma humana cuando un cometa pase cerca de la Tierra, de modo que cuando esto se produce adopta la identidad secreta de "Bronco" Bill Starr, un apuesto cowboy de rodeo. La misma Supergirl tuvo un tórrido romance con el vaquero, sin saber que en realidad era su mascota. Lo dicho: zoofilia en toda regla (aunque eso sí, muy romántica y tal y cual).


Y nada más por hoy, compañeros. Mejor os dejo ya digeriendo este pequeño repaso de "animaladas" superheróicas. Y para que tan difícil digestión no os produzca demasiada acidez estomacal, podéis regarla con la visión de este otro cánido que (según dicen) sabe llamar a Bat-Man. ¡Ver para creer!.

2 comentarios:

  1. ¡Que grandes! ¡Que simpáticos e ingenuos eran los cómics de los 60! O... ¿no tan ingenuos? Porque lo del caballo...

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