Cuando hacia finales de la década de los noventa se estrenó La vida es bella de Roberto Benigni tengo que admitir que fuí a verla por esa intriga que me levantaba un film que tratara el siempre delicado tema del Holocausto desde el punto de vista de la comedia, algo cuyo mera idea puede parecer algo impensable. Para mi sorpresa me encontré un título tan divertido como emotivo, crítico pero al mismo tiempo muy esperanzador, cual si fuera una fábula con final (in)feliz pero al mismo tiempo coherente. Aún asi es cierto que uno tiene que tener un poco de aguante con un actor tan histriónico como resulta Roberto Benigni, siendo su interpretación lo que a algunos (lo cual entiendo) les costó de aceptar (en su momento lo ví como un Jim Carrey italiano, cuando ese hacia sus comedias más desmadradas)
Todo esto lo cito porque aunque sean dos títulos del todo opuestos, la esencia de esta Jojo Rabbit me hizo recordar a La vida es bella al ser una historia que maneja drama y comedia (en este caso una sátira brillante) con resultados bastante destacables, en una cinta donde lo que más me intrigaba era la imagen del director, haciendo él mismo de Hitler. Pero lejos del histrionismo excesivo en el que Taika Waititi podía haber caido, su presencia como ese Adolf Hitler que es amigo imaginario del protagonista refleja muy bien el esperpento y la sátira que desarrolla esta película, aunque también es justo admitir que nunca resulta imprescindible para ella, pero el incluirlo logra un tono más excéntrico, irónico y burlesco.
Y es que volviendo al ejemplo del film de Benigni, donde este era director y protagonista principal, eso aqui no ocurre ya que el Adolf Hitler de Waititi es del todo secundario, dando la sensación en algunos momentos de estar incluido tan solo para aumentar el ya de por si evidente toque sarcástico que la película deja bien claro. Ejemplo de ello podría ser su tramo inicial, en el que se permite ser más excéntrica, al mostrar al protagonista infantil (un muy destacable Roman Griffin Davis, cuya química con Waititi se demuestra bien pronto acertadísima) en una especie de campamento militar donde se enseña a niños estrategias militares cuando deberían preocuparse más por jugar, lo cual le sirve para dejar bien claro de entrada lo absurdo del nazismo. Pero al joven Jojo, el protagonista de esta historia, le da igual todo aquello que no sea la glorificación y exaltación del nacionalismo más extremo de la Alemania nazi, siendo esta película el relato de su periplo de una posición tan extremista a otra más comprensible y humanitaria.
Dicho cambio comienza cuando descubre que su madre (a cargo de una pizpireta Scarlett Johansson) esconde en su casa a la joven Elsa, una judia interpretada por Thomasin McKenzie que también realiza una actuación meritoria. A partir de ahi se establece un contraste entre las ideas exacerbadas que el régimen nazi ha inculcado en Jojo y la realidad que representa para él Elsa, lo cual nos lleva a un montón de conversaciones irónicas en la que será la propia judia la que se ría de Jojo al "agrandar" algunas de las mentiras que le han hecho creer. Pero sería justo en ese periplo emocional que vivirá Jojo con su progresiva amistad con Elsa cuando la película resulta más entrañable y el tono excéntrico inicial (y las apariciones del Hitler de Waititi) dan la sensación de no ser tan necesarias. Aún así resulta innegable el buen trabajo de los dos jóvenes actores, que tiene su complemento no sólo en el "particular" amigo imaginario del protagonista sino también en la citada madre de Jojo (con una muy convincente Scarlett Johansson) que se ve acompañada por unos soberbios Sam Rockwell y Rebel Wilson, cuyos personajes (que te dejan con ganas de más) aumentan el tono burlesco del conjunto.
Dicho cambio comienza cuando descubre que su madre (a cargo de una pizpireta Scarlett Johansson) esconde en su casa a la joven Elsa, una judia interpretada por Thomasin McKenzie que también realiza una actuación meritoria. A partir de ahi se establece un contraste entre las ideas exacerbadas que el régimen nazi ha inculcado en Jojo y la realidad que representa para él Elsa, lo cual nos lleva a un montón de conversaciones irónicas en la que será la propia judia la que se ría de Jojo al "agrandar" algunas de las mentiras que le han hecho creer. Pero sería justo en ese periplo emocional que vivirá Jojo con su progresiva amistad con Elsa cuando la película resulta más entrañable y el tono excéntrico inicial (y las apariciones del Hitler de Waititi) dan la sensación de no ser tan necesarias. Aún así resulta innegable el buen trabajo de los dos jóvenes actores, que tiene su complemento no sólo en el "particular" amigo imaginario del protagonista sino también en la citada madre de Jojo (con una muy convincente Scarlett Johansson) que se ve acompañada por unos soberbios Sam Rockwell y Rebel Wilson, cuyos personajes (que te dejan con ganas de más) aumentan el tono burlesco del conjunto.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 17 de enero de 2020
- LO MEJOR: Su tono sarcástico y excéntrico, muy bien desarrollado por su director tanto delante como detrás de las cámaras, ayudado por un reparto brillante que se ajusta como un guante a lo que la historia les demanda.
- LO PEOR: Menospreciar de antemano una propuesta tan irónica como esta, aunque al final no resulte una sátira tan afilada como pretende, si bien nos ofrece un film tremendamente disfrutable.
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