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jueves, 24 de enero de 2019

CREED 2: LA LEYENDA DE ROCKY

Cuando fuí a ver Creed me llegué a preguntar si su condición de secuela, remake, spin-off y reboot haría que una hipotética continuación pasará por los mismos terrenos de la saga original (o sea, haciendo ahora una variante a Rocky 2) pero tengo que reconocer que me sorprendió cuando me enteré de que se hacía un salto cuantitativo, y es que Creed 2 (que ya sería la octava película de la saga Rocky) sería en si una secuela de Rocky 4. En aquel film se hacía toda una oda a los Estados Unidos en las postrimerias de la Guerra Fría, en el cual Rocky Balboa (papel siempre a cargo de Sylvester Stallone) combatía contra Ivan Drago (Dolph Lundgren), este en representación de la Unión Soviética, funcionando no solo como una exaltación patriótica sino por la revancha de Rocky contra el mencionado Drago, que en un combate previo había matado al boxeador Apollo Creed (Carl Weathers), inicial rival y posterior amigo de Balboa.

Si en la anterior entrega era el hijo de su amigo quien le pedía que le entrenara, en esta tanto uno como otro se verán en un combate con mimbres mucho más personales: Adonis Creed se enfrentará a Viktor Drago, el hijo del responsable de la muerte de su padre en el ring, lo que volverá a reunir el destino de los contrincantes de Rocky 4, ahora como entrenadores del hijo de su amigo y del suyo propio. Y con eso ya tenemos esta secuela, que mantiene el mismo subtítulo de la anterior.

viernes, 18 de enero de 2019

GLASS (CRISTAL)

Tengo que admitir que en muchas ocasiones las películas fallan porque en el apartado de marketing y publicidad no saben venderlas como lo que son, sino que hacen pensar otra cosa, de tal manera que quien la va a ver predispuesto a un género se encuentra con otro, lo cual tiene dos únicas salidas: que comulgue con eso y lo ensalze, o que reniegue al sentirse estafado de lo prometido a lo (al final) ofrecido. Eso sería algo que sabe muy bien M.Night Shyamalan, que vivió hace casi dos décadas el espectacular éxito de El sexto sentido, provocando que el público fuera a ver sus posteriores cintas con la idea de encontrarse algo más o menos similar, y al no ser así su carrera y su prestigio fue decayendo, hasta que en fechas recientes volvió a lograr algo más de repercusión con La visita y Múltiple.

Pero estamos en lo de siempre, que una película tenga éxito, ¿la hace buena? No siempre es así, y en las dos últimas cintas citadas de este director La visita me pareció una simple anécdota dilatada hasta ser película mientras que Múltiple me dió la sensación de ser una nueva vuelta de tuerca a conceptos ya sobreexplotados (en especial en los géneros del terror y el suspense) a lo que sumar un histriónico James McAvoy que se me hizo un tanto excesivo. Lo mejor de aquel film, y que me supongo que ya sabrán todos aquellos que vayan a ver Glass, es la conexión final que hacía con El protegido, cinta de este director del 2000 un tanto adelantada a la actual moda de los superhéroes al plantear los esquemas propios de esos comics en plan realista.