Páginas

jueves, 25 de mayo de 2017

40 ANIVERSARIO DE LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

40 años nada más y nada menos. Cuatro décadas han pasado desde que George Lucas sorprendiera al mundo con lo que, en realidad, era poco más que un refrito de cánones y clichés de decenas de películas y cuentos anteriores. Aquella idea prestada y actualizada convirtió al director en multimillonario –sobre todo gracias a su acertada estrategia de mercadotecnia basada en productos relacionados con el film– e hizo su saga galáctica aparentemente imperecedera, pues desde entonces ha generado pingües beneficios en la forma de libros, cómics, videojuegos, juguetes y, por supuesto, secuelas, precuelas y spin-offs (un total de siete películas más hasta ahora, y otras cuatro anunciadas). Los personajes, motivos, naves y música de Star Wars forman ya parte de la cultura universal y constituyen prácticamente un culto que, en ocasiones, hay que admitir que raya la exageración.

No fue en 1977, pero sí dos años más tarde (lo que tenía vivir en un pueblo con cines reestreno), cuando La guerra de las galaxias llegó a mi vida para quedarse para siempre, aunque quizá fue El retorno del jedi el que consolidó mi pasión por la franquicia por pillarme en una edad más adulta en la que pude disfrutarla más. Desde entonces no me he perdido ninguna película y puedo decir que, en mayor o menor medida, las he disfrutado todas. El único reproche que tengo que hacerle a su creador son todas esas versiones posteriores de la trilogía clásica con escenas y efectos añadidos, ardid comercial y desvergonzado que no persiguió ningún propósito artístico y sí pecuniario.

Precisamente esta semana se hacían públicas nuevas imágenes de la próxima entrega de Star WarsLos últimos jedi, una sesión de fotos con la habitual Annie Leibovitz, presentando por fin a los nuevos personajes interpretados por Laura Dern y Benicio del Toro. Esperemos que Rian Johnson –un director de filmografía más que interesante hasta ahora– y Kathleen Kennedy no insistan en presentarnos una trilogía-remake de los primeros episodios, como hacen temer algunas imágenes del primer tráiler del Episodio VIII y el visionado de El despertar de la fuerza.







PIRATAS DEL CARIBE (5): LA VENGANZA DE SALAZAR

Hay géneros clásicos que el paso del tiempo ha dejado obsoletos al no tener mucho nuevo que narrar (por ejemplo el western), siendo uno de ellos el de aventuras con piratas (con algunos intentos fallidos como La isla de las cabezas cortadas de Renny Harlin) Pero esto fue así hasta 2003 cuando Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra nos devolvió todo el encanto clásico de las aventuras de este género junto al espectáculo de todo blockbuster actual, aparte de presentarnos a uno de los personajes más emblemáticos de Johnny Depp (por el cual estuvo nominado al Oscar a mejor actor): el capitán Jack Sparrow.

¿Cual es el problema? Que a partir de ahi se ha intentado exprimir esta saga (recordemos que basada en una atracción de Disneylandia) y la mejor definición para sus sucesivas entregas sería esa de "franquicia escalera" porque cada nuevo film se colocaba un puesto por debajo del anterior (de hecho de la dilatadísima tercera entrega se me hizo un auténtico tostón mientras que de la cuarta no recuerdo ningún detalle digno de mención más allá de que era en la que salía Penélope Cruz) Casualidad  (o no) su pareja en la vida real, el actor Javier Bardem, toma aqui el relevo en esta quinta entrega encarnando a Salazar, el villano del título.

sábado, 13 de mayo de 2017

ALIEN COVENANT

Lo admito: a mi Prometheus me gustó teniendo en cuenta que lo previo habian sido los dos lamentables cruces con Depredador. Y supongo yo que si esta secuela viniera firmada por (casi) cualquier otro director se podría admitir que cumple por la mínima. Pero es que en este panorama actual en el que parece que las secuelas y/o precuelas tienen que ser en el fondo remakes más o menos encubiertos de los films que iniciaron las susodichas sagas (y lo escribo pensando en Star Wars Episodio VII: El despertar de la fuerza) aqui el señor Ridley Scott demuestra ser tan inteligente como George Lucas, y si el otro creo una franquicia que se retroalimenta a si misma, otro tanto ocurre aqui con un film bastante decepcionante que DE NUEVO vuelve a seguir el esquema de la primera película de hace ya casi 40 años, sin molestarse a pensar que con sus secuelas (fueran mejores o peores, eso depende del gusto de cada cual) y sus variantes de todo tipo (por ejemplo la reciente Life, al menos más imaginativa que esta) han demostrado que es necesario innovar en vez de girar una y otra vez sobre los mismos conceptos y fórmulas (aunque claro, si el público responde ellos van con más de lo mismo)

¡Cuidado, no me interpreteis mal!: en esta ocasión si vemos a nuestro Alien de toda la vida (no alguna especie de aberración con un parecido más o menos razonable) y él sigue siendo lo mejor de la historia, junto con un Michael Fassbender que es el mejor integrante del elenco, pese a su doble papel sintético, ya que Katherine Waterston vendría a ser el equivalente de Ripley (similitud que en los avances ya han dejado clara, incluido el poster) pero pese a su esfuerzo no consigue hacernos olvidar a la mítica Sigourney Weaver. Del resto del elenco hay que dejar claro que no se logra empatizar con ninguno de ellos siendo mera carnaza que piensas cuanto durará en pie en cuanto el Alien campe a sus anchas (como si fuera una variante de la célebre Viernes 13, franquicia que incluso tiene una entrega, Jason X, que bien podría ser la variante Alien del célebre matarife Jason Voorhees, demostrando que esta fórmula ya se ha utilizado hasta el exceso en todo tipo de variantes)