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miércoles, 28 de octubre de 2015

SPECTRE

Si los estrenos del 2015 destacarán en algo es por la buena salud que tienen las películas de espias, porque tras las acertadas Kingsman: Servicio secreto y Misión Imposible: Nación secreta ahora nos llega la entrega 24 de la larga franquicia de James Bond, y lo hace con un título brillante cuyo desarrollo ya deja entrever un final de ciclo para Craig (lo que lo igualaría al anterior Pierce Brosnan, que también estuvo cuatro películas como 007).

La actual etapa de la serie se inició con la (bastante) acertada Casino Royale, siguió en la (tan solo) correcta Quantum of solace y mejoró en Skyfall, de la que ahora repite no solo Daniel Craig como Bond sino que además Sam Mendes como director. De esa manera Spectre convence con creces y ha sido toda una agradable sorpresa, hasta el punto de que creo que estamos ante (casi) la mejor entrega de la etapa Craig.

Si con Muere otro día (el último Bond de Brosnan) se hizo una película con muchas referencias a los episodios anteriores (con motivo de ser el vigésimo título de la extensa saga), otro tanto sucede aqui, donde son fáciles de localizar los guiños a Goldfinger o Al servicio secreto de su majestad, si bien son las tres películas previas las que tienen más peso en la historia, para que todo quede hilvanado y sean tan solo estaciones de paso hacia el ¿final? de trayecto que aqui tenemos.

El mismo título (Spectre) ya nos lleva a recordar la mítica organización con la que lucho el personaje en el pasado, e incluso tendremos sorpresa cuando se desvele el nombre del villano al que da vida Christoph Waltz (y que luego comprobé que salía en los títulos de crédito, aunque no así en la ficha de IMDB) ya que sería la más icónica némesis de Bond, el equivalente a lo que es el profesor Moriarty para Sherlock Holmes (y ya no digo más por ser spoiler, pero a buen entendedor pocas palabras bastan)

El segundo título de Brosnan como Bond no fue el más acertado de ellos pero si que nos presentó a un villano con una motivación más o menos creible y "coherente" (dentro de los parámetros por los que se mueven los villanos de esta franquicia): la dominación de los medios de comunicación de todo el mundo, para así dominar la opinión de las masas, era lo que movía al Elliot Carver al que daba vida Jonathan Pryce en El mañana nunca muere en un 1997 aún pre-internet.

Parte de eso se recupera aqui en un orwelliano Gran Hermano que lo controla todo y a todos, y que parece que "jubila" a los agentes de la vieja escuela como James Bond (ya que aqui ese "control" se supone que está del lado de los buenos) pero atentos al que promueve esto, al que da vida el actor Andrew Scott (el malvado Moriarty de la serie de la BBC Sherlock), que aqui no está tan histriónico como lo vimos en la citada serie televisiva británica, pero con el que tendremos alguna que otra sorpresa (que no diré si es buena o mala porque es spoiler)

Naomie Harris se sumó a esta franquicia en Skyfall como la mítica Moneypenny, que aqui demuestra identidad propia, sin caer en los estereotipos clásicos del personaje. Asimismo Ralph Fiennes tomó el relevo de Judi Dench como jefe de 007 (aunque hay brevísimo cameo de la previa), papel que aqui desarrolla de una manera más amplia, en especial en el climax final en Londres. Otros que repiten serían Ben Whishaw como Q, que también colaborará en las nuevas aventuras de Bond de manera más o menos activa, y Jesper Christensen como el villano Mr.White al que ya vimos en las dos primeras entregas de la etapa Craig: Casino Royale y Quantum of solace.

Las mujeres siempre han sido un elemento primordial de esta serie, y aqui tenemos a dos para cumplir ese papel... aunque más bien sea tan solo una: Léa Seydoux sería la importante, porque la presencia de la más famosa Monica Bellucci en tan solo testimonial en un par de escenas (también mencionar la fornida presencia de Dave Bautista, que se dió a conocer por Guardianes de la galaxia, como uno de los esbirros del villano)

Y todo esto en sus casi dos horas y media de metraje, que saben mantener la atención del espectador ya desde su clásico prólogo, donde quizás hubiera hecho falta una canción tan potente como la que tuvo Casino Royale o (en el film en si) una chica que marcase tanto a Bond como lo hacía allí la Vesper Lynd a la que daba vida Eva Green (sin desmerecer aqui el rol de Seydoux, aunque es solo OTRA chica más y no LA chica, como ocurría en la citada Casino Royale)

1 comentario:

  1. Me gusta el James Bond de Daniel Craig. Me parece el mejor y más convincente en décadas, muy superior a Brosnan, que físicamente para mí no daba la talla. Coincido en que la saga empezó muy bien, pero creo que luego ha ido a menos progresivamente hasta quedarse más o menos nivelada en las dos últimas. Lo que no me gusta precisamente de estas es que han llevado a Bond por una línea más clásica -Q, Moneypenny, el Ashton-Martin- cuando justamente fue ese nuevo aire de "Casino Royale" lo que me convenció de la nueva.
    Lo más flojito de las últimas entregas me han parecido los villanos. Christoph Waltz redunda para mí en el tipo malo loco y megalómano y se repite en un tipo de actuación histriónica que parece inherente a este actor. Me cansa este hombre, sin duda porque lo relaciono con Tarantino y es un director que no me gusta y me parece excesivamente sobrevalorado...

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