El título original de la serie que hoy nos ocupa fue Tales of the Gold Monkey (más conocida como Los cuentos del mono de oro en España y Las leyendas del simio de oro en Hispanoamérica).
Producida por Universal, constó de una única temporada de 22 episodios, y su primera emisión en Usa fue entre 1982 y 1983 (en España se emitió por TVE las tardes del verano de 1984).
Su argumento, ambientado en la ficticia isla de Bora Gora (Bora Bora) en el también ficticio Archipiélago de Marivella, en 1938, giraba en torno a un hipnótico lugar, el Monkey Bar, donde se entrecruzaban las sucesivas historias. Allí encontrábamos habitualmente al protagonista, Jake Cutter (Stephen Collins), soldado retirado que se dedicaba a los vuelos comerciales en su hidroavión Gruman Goose. De este modo, Jake tendría que afrontar todo tipo de aventuras con la compañía de Jack, un perrito tuerto muy inteligete, y Corky (Jeff MacKay), su mecánico cobarde y alcohólico. Además, también estaba Sarah Stickney White (Caitlin O´Heaney), la guapa cantante americana, cuya carrera musical utilizaba para encubrir su faceta de espía.
En cada episodio se desarrollaban toda clase de aventuras. Así, Jake y sus compañeros tuvieron que impedir que los alemanes desarrollasen una bomba atómica, buscaron las Minas del Rey Salomón, encontraron a un niño criado por simios y salvaron las Joyas de la Corona inglesa, entre otras notables peripecias.
Si bien a menudo la serie ha sido acusada de estar "inspirada" (o incluso más que eso) en la célebre película En busca del arca perdida, (estrenada sólo un año antes), tal rumor no es del todo cierto, pues si bien es innegable que el éxito de la película del famoso arqueólogo propició su rodaje, y que son muchas las semejanzas entre ambas, también es justo señalar que Donald P. Bellisario llevaba desde la década de los 70 tratando de vender la idea de la serie, pero nadie pensaba que una producción ambientada en los años 30 pudiera interesar a los espectadores. Entonces, el fulgurante éxito de Indiana Jones le dio el ansiado espaldarazo de salida, y aunque los productores se esforzaron en darle cierta similitud a la estética del famoso film, como digo, el proyecto original venía de mucho antes.
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| La sombra de Indiana Jones es muy alargada. Obsérvese con atención la obvia similitud de ambas carátulas... |
Desgraciadamente, el elevado coste de la producción y unos discretos índices de audiencia llevaron a su inevitable cancelación al final de su primera (y única) temporada. Aún con todo, amigos, yo os digo que la serie era buena. Con un tono muy de cómic o pulp cincuentero, derrochaba acción y fantasía a raudales. Simplemente sucedió que los Astros no se pusieron de su parte. A veces, ya sabéis, ocurre...
Y ya para terminar, aquí os dejo su añorada intro:
Recuerdo con muchísimo cariño esta serie, de la que no hace muchos años puede volver a ver el episodio piloto. Yo tenía un perro que se llamaba Jacky, casi como el de la serie, y eso me hacía mucha gracia.
ResponderEliminarEn cuanto a la influencia de Indiana Jones, me parece que es obvísima, diga lo que diga el señor Bellisario. ¡Hasta la chaqueta de piloto! Puede que el hombre ya tuviera alguna idea sobre la trama, pero huele a que le influyó mucho "En busca del Arca Perdida"...
"huele a que le influyó mucho "En busca del Arca Perdida"..."
ResponderEliminarEso mismo dice el artículo. Nadie lo niega. Sin embargo, no es menos cierto que en 1982 la serie ya ponía como protagonista femenina a una bella cantante americana en un local exótico, justo donde la conoce el héroe. No sería hasta 1984, dos años DESPUÉS, cuando en Indiana Jones y el templo maldito la protagonista femenina sería otra bella cantante americana en otro local exótico, justo donde la conoce el héroe. ¿Cómo se llama eso?, ¿retroalimentación, quizás?.
Simplemente tópico del género de aventuras y del cine negro de los años 40. ¿Te remito al personaje de Lauren Bacall en "Tener y no tener"? Y es sólo un ejemplo. No creo que Spielberg se basara en la serie, pero me parece más probable que sí se inspirara en el cine clásico, del que claramente es deudor Indiana Jones...
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