HISTORIA DE BRUGUERA X: ESPANTADA GENERAL A TÍO VIVO

Como acabamos de ver en la entrada anterior de esta serie, El Capitán Trueno es ahora la gallina de los huevos de oro de Bruguera. Aunque en los meses posteriores a su lanzamiento, no todo son buenas noticias para la editorial.

La historia de Tío Vivo (arriba portada de su 1º número) comienza como la arriesgada aventura empresarial de un grupo de dibujantes de Bruguera (Escobar, Peñarroya, Conti, Cifré y Giner), quienes, sintiéndose explotados por la editorial y deseando poder controlar los derechos sobre sus creaciones, se independizan de ésta y fundan en 1957 la cooperativa D.E.R. (Dibujantes y Editores Reunidos).

Con el objetivo de crear una revista de historietas dirigida a un público adulto, inspirada en la revista argentina Rico Tipo (atención a la más que obvia similitud de nombre), D.E.R. comienza a publicar a finales de mayo (para estupor e indignación de Bruguera) la revista Tío Vivo, autodefinida como "semanario de humor para mayores", contando con impresión y distribución de Crisol. De hecho, es Josep Maria Freixa, dueño de Crisol, quien siendo conocedor del descontento de ciertos dibujantes, los reune y les propone crear su propia revista, con total control de sus derechos. A cambio, Freixa será el socio capitalista de la nueva empresa.

Como anécdota, cabe mencionar que desde el seno de Bruguera se trata de boicotear la salida de la nueva publicación, intentando que no se le conceda el pertinente permiso. Tal intento será en vano.

De este modo, Conti asume la labor de director artístico de la recién nacida editorial. Imposibilitados de continuar con los personajes que habían creado en los diez años anteriores para Bruguera, los dibujantes se ven obligados a crear otros nuevos. Así, surgen las series Tarúguez y Cía (Conti), La familia Pí (Peñarroya), Golondrino Pérez (Cifré), Blasa, portera de su casa (Escobar) y Lolita y Enrique se van a casar (Giner).

En 1958, Enrich sustituye a Conti como director artístico, y los cinco cooperativistas de D.E.R. dejan de publicar sus creaciones en favor de otros dibujantes, como el propio Enrich, Gin, Nadal o Raf. Su antigua editorial, Bruguera, empieza a lanzar además una serie de revistas para competir con ella: En 1958, Can Can y en 1959, Ven y Ven y El Campeón. La revista del optimismo, además de renovar la ya existente Selecciones de Humor de El DDT. Por otro lado, tampoco deja de publicar tanto las páginas que había en reserva como reediciones de las series de los cinco tránsfugas.

Can Can nació para hacer sombra al exitoso Tío Vivo. Su 1º número fue gratuito (lo regalaban con el 351 de El DDT)

Finalmente, llegado el número 146 de la publicación, ya en 1960, Tío Vivo es adquirida por Bruguera, quien continúa publicándola "como si tal cosa" hasta el número 181 y añade a Jorge, Nadal y Vázquez.

En 1961, Bruguera reiniciará la numeración en un segundo volúmen (a partir del cual debutarán en sus páginas numerosas series de éxito, entre las que cabría destacar -entre otras- 13, Rue del Percebe (Ibañez), Agamenón (Estivill) o Don Pío (Peñarroya) ), iniciando así una nueva etapa que se prolongará hasta 1981, con un total de 1042 números. Como curiosidad os diré que a partir de esta segunda época, el título de la cabecera pasa de Tío Vivo a Tiovivo.

Todavía habrá una tercera época, entre 1985 y 1986, también en Bruguera, que sólo durará 25 números. Será su directora Isabel Osorio Fernández, quien la enfocará ya directamente (en contraposición a la idea original) a un público claramente infantil. Aparte de recortables y otros pasatiempos, incluía las siguientes series: Angelito (Váquez), Juguemos a los detectives con Sabuesín (Jan), Piluca (Román Cubillo), Don Marino y su submarino (Nicolás) y Topito y Patosito (Escobar).

Próxima entrega: Mortadelo y Filemón