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viernes, 9 de marzo de 2012

LA INGRATA LABOR DEL SIDEKICK


El sidekick fue un concepto introducido en los cómics hacia principios de los años 40 del pasado siglo (si bien su existencia en la literatura y los seriales radiofónicos se remonta bastante más atrás), y aunque a priori su presencia pudiese parecer un poco carente de sentido, en realidad cumplía (al menos en los cómics) una más que estudiada doble función. Por un lado se buscaba atraer al público infantil, de modo que éste pudiera identificarse -a menudo inconscientemente- con el joven ayudante e imaginarse a sí mismo compartiendo aventuras con el curtido protagonista de la cabecera de turno. Por otro lado, le otorgaba al héroe la oportunidad de tener alguien con quien hablar y con quien compartir sus reflexiones, planes o teorías. ¿O acaso hay algo más estúpido que un personaje parloteando sólo continuamente?. Muchas veces el sidekick también se empleaba como contrapartida cómica del protagonista (contrastando con la frecuente seriedad de éste), gastando bromas y soltando chascarrillos a diestro y siniestro.

Aunque no es lo más usual, también se ha dado el caso de ayudantes adolescentes que llegan a trascender más allá de sus papeles secundarios a la sombra de sus mentores para convertirse en héroes independientes por derecho propio. Dick Grayson es un buen ejemplo de ello. Después de haber dejado atrás el manto de Robin cuando era ayudante de Batman, supo reciclarse en la nueva identidad de Nightwing. Además, Grayson incluso sucedió a su mentor adoptando temporalmente la identidad de Batman mientras el original se recuperaba de una grave lesión. Algo semejante sucedió con Bucky Barnes. El Bucky original regresó de su supuesta muerte como el Soldado de Invierno. Posteriormente se convirtió en Capitán América (por un corto periodo de tiempo) después de que aparentemente muriera Steve Rogers (el "Capi" original).

Robin y Bucky: probablemente los dos sidekicks más populares. ¿Habrán encargado el antifaz y los guantes en el mismo sastre?

Nightwing y Soldado de Invierno

En los cómics españoles (o tebeos por aquel entonces), los sidekicks también han ocupado un papel realmente preponderante. ¿Quién no recuerda a aquel insufrible niño Pedrín que acompañaba día y noche al castizo Roberto Alcázar?.

Fijáos en la enfermiza cara de sádico del chaval mientras dice "¡estupendo!". Yo creo que se le está pasando por la cabeza que si ahora se le disparase "accidentalmente" el arma, quizá los editores le diesen su propio título...


Inolvidables fueron también por estos lares los aguerridos escuderos de ciertos cruzados legendarios. Así, por un lado encontramos a Fernando, que acompañaba incansablemente a El Guerrero del Antifaz en sus múltiples peripecias. Por otro lado tenemos a Crispín, el joven amigo de El Capitán Trueno, que con sus infinitos tira y afloja con el forzudo Goliath sin duda proporcionó algunos de los momentos más hilarantes de toda la serie.

Igual que sucedía en los casos de Robin y Bucky, aquí también encontramos ciertas similitudes entre los muchachos. En ambos casos vemos como en un arranque de nobleza, el caballero de turno toma a un zagal (adolescente, rubio, valiente y huérfano para más señas) bajo su protección y tutela es sustitución de sus padres asesinados. Así, éste se convierte automáticamente en su escudero, con la loable pretensión de convertirse a su vez, algún día, en caballero por derecho propio.

Crispín y Fernando, sidekicks "a la española"

Sea como fuere, es indudable que el papel del sidekick, denostado in extremis por los lectores actuales, ha caido en desuso en la inmensa mayoría de cómics vigentes, considerándose a día de hoy un elemento bastante repugnante por anacrónico. Lo dicho: que su labor ha sido sumamente ingrata.

3 comentarios:

  1. ¿Súper-héroes hablando solos? ¡No, ja, ja, ja! Que se lo digan a Spiderman...
    Además, los "sidekicks" estos también sirven para incitar los rumores de homosexualidad en el cómic: Astérix y Obélix, Tintín y Haddock, Mortadelo y Filemón.... Ya se sabe lo que pasó con Batman y Robin en los 60...

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    1. Lo sé, Lord Ruthwen, lo sé, pero preferí no meterme en jardines tan delicados. Fíjate que ya hubo quien me acusó de homófobo por ciertas viñetas coñeras que de vez en cuando pongo en el blog con guiones de cosecha propia. No me considero homófobo, eso por descontado, pero veo que ciertas personas no tienen la capacidad de discernir el humor irreverente de la homofobia (u otras fobias cualquiera). En cuanto a lo de Spider-Man hablando sólo... es cierto, pero a Spidey le perdono casi lo que séa (que no es ningún secreto que soy fan incondicional del arácnido).

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  2. Interesante el tema.... es verdad que la idea del "sidekick" o ayudante, un muchacho jovencito, o el tipico graciosillo que compense al heroe serio, ya no se usa sea por lo que sea. Pero es todo un clasico de los comics que tambien da penilla que se pierda.

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