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viernes, 30 de septiembre de 2011

INDIANA JONES ¡POR LOS CLAVOS DE CRISTO!


Cuando los guionistas americanos deciden ambientar alguna película o serie en nuestro país, demasiado a menudo caen en los típicos tópicos de siempre: toreros, flamencas, paellas... y poco más.

Probablemente muchos conoceréis gazapos monumentales, como el de Misión Imposible 2, donde nada más empezar la película, Tom Cruise llega a Sevilla donde hay una Semana Santa un tanto siniestra, con falleras y todo, la gente bailando... ¡¡¡y quemando Santos!!!. También tiene delito el comentario de Anthony Hopkins pocos minutos después de las referidas escenas, me refiero a cuando le díce a Cruise: "Estas fiestas son un fastidio. Honrar a los Santos quemando cosas. Curiosa manera de venerarlos, ¿no cree?... ¡Por poco me queman al venir hacia aquí! ".


Por similares motivos también fue muy comentado el 7º capítulo de la primera temporada de MacGyver, que lleva por título El mundo de Trumbo. En dicho capítulo, este popular héroe (recordado más que nada por ser capaz de fabricar una granada de mano con un trozo de cuerda y un chicle usado), debe infiltrarse en un comando etarra para rescatar a una compatriota secuestrada. Al llegar a las montañas del País Vasco (porque resulta que los de Eta viven en un rústico poblado en pleno monte), MacGyver puede ver sus chozillas centroafricanas, sus bananeras del Pirineo Vasco, sus caretos de sudamericanos con Txapela y sus ropas típicas (basicamente consistentes en taparse los bemoles con una toalla).



Pero desgraciadamente, los patinazos de guión no atañen sólo al cine o a las series de Tv, ya que el mundo del cómic no ha sido ninguna excepción en la materia, y también ha tenido que pagar un caro tributo a la ignorancia.

Hoy quiero presentaros el sangrante caso de la serie de Marvel titulada Las Nuevas Aventuras de Indiana Jones, concretamente los números 11 y 12 (guionizados por David Michelinie), y publicados en 1983. En esta ocasión, Indiana Jones busca uno de los clavos de la crucifixión de Cristo, y su periplo lo conduce a...


Currado, currado, ¿eh?. Si alguno recuerda la Barcelona del año 36, sin duda reconocerá sin mayor problema las ropas de la época o los edificios o los burros. Por si fuera poco, en la siguiente escena vemos qué está haciendo el Torino ese de marras:


Que "ingenioso"... ¡si resulta que es un trilero! (y aún por encima con sombrero mejicano). Fijáos que las apuestas las hacen en pesos, y no en pesetas. Se conoce que el bueno de Michelinie se ha documentado a fondo acerca de la cultura española para guionizar esta maravilla. O eso, o al menos habrá visto la peli de Los bingueros de los inefables Pajares y Esteso... 


Barcelona debía ser un pueblo pequeñajo por aquellos días, porque los protagonistas se encuentran con una facilidad más que pasmosa. Después de una pelea en una catedral en obras, Indy y Torino optan por ocultarse...


La herrería se llama "El Blacksmith" (como véis, un nombre de lo más español)... El caso es que el Dr. Jones baja a la red de alcantarillado y desde ahí llega a un lugar que en principio le cuesta reconocer...


Una deducción digna del mejor Sherlock Holmes, ¿no?: como ve el anuncio de una corrida, y sabe que esos anuncios SOLO se cuelgan en las plazas de toros... nuestro héroe tiene tiempo de girarse para ver..


¡Un enorme toro de lidia ¿¿¿con las banderillas ya puestas??? embiste a toda velocidad! Pero tranquilos, que no hay problema, ¿eh?. Indiana Jones es un tipo altamente preparado, capaz de enfrentarse al astado con las manos desnudas (y sin más ayuda que la de sus elevados conocimientos de tauromaquia...)


Como no podía ser de otro modo, sobrevive. Luego, de vuelta en las la calles se corrobora lo que os he dicho antes del minúsculo tamaño de la Barcelona de la época...


Lo de "gringo" sin duda debe significar algo en catalán, ¿no creéis?. Da igual, el caso es que entonces hay una gran pelea para liberar a Torino de las garras de unos ninjas japoneses (vamos, lo normal en Barcelona) y un viaje en camioneta para conocer a Maximilian, el Rey de los gitanos...


...el cual los invita a cenar en el campamento. De nuevo tenemos aquí un "excepcional" trabajo de documentación de Michelinie y los dibujantes, y si no fijáos en la impecable indumentaria de las mujeres gitanas de la España de los años 30 (que tampoco desentonarían un ápice en un cómic de Conan el Bárbaro en plena era Hiboria).


Entonces llegamos al alucinante clímax final, que incluye peleas con payos, gitanos (con sombreros mejicanos) y ninjas, una bruja gitana, un pozo, el famoso cuarto clavo de Cristo, y que se yo... ¡la madre del cordero en bicicleta!

El epílogo tampoco tiene desperdicio alguno...


¡Esto sí que son unos burros bien amaestrados, y lo demás son tonterías! (ya que habrá que suponer que serán capaces de encontrar ellos solos el camino de vuelta al campamento después de llevar a sus pasajeros a Barcelona).

Por cierto, por si alguno quiere leer íntegra esta historia "sin par": Fórum la editó en Las Nuevas Aventuras de Indiana Jones nº11 y 12, y la reeditó en el nº4 de la segunda serie de Indiana Jones (la de 64 páginas).

Por mi parte, solo me resta decir que menos mal que han prohibído los toros en Cataluña. Y lo digo por dos motivos: el primero, por el bien de los toros, evidentemente. El segundo...para que este pastiche infumable nunca, nunca, nunca, tenga una secuela similar.

4 comentarios:

  1. Ese comic recuerdo haberlo leído yo ya hace años y tuve las mismas sensaciones al ver la cantidad de ¿disparates? que tenía dentro.

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  2. dios, detesto cuando en otro pais se creen que somos asi, y he visto varias de estas cosas, pero lo que salia en este etbeo se lleva la palma.

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  3. jajajajajaja estoy de acuerdo contigo en todo, pero la verdad que tiene su gracia este fetiche arqueológico del cómic.Solo faltaba ver a Indy y su paaaapa vendiendo calcetines en la feria (sin ofender a nadie claro).Un saludo John ;o)

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  4. Yo guardo un recuerdo entrañable de este número en particular, comprado cuando era un chaval en un kiosco de mi ciudad natal... Barcelona :-)
    Huelga decir que, aparte de la aventura en sí, me reí mucho leyéndolo :-D

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