Buceando en el catálogo de
Netflix, siempre a la búsqueda de producciones de fantasía, suspense o terror, me encuentro con esta serie, titulada
El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro, del año 2022.
Ocho historias, ocho directores, guionistas varios. La serie se encuentra en la línea de otras producciones similares de diversas épocas como pueden ser Alfred Hitchcock presenta, En los límites de la realidad, Historias para no dormir o Cuentos de la cripta. Conceptualmente, del Toro se encarga de presentar cada entrega, como un maestro de ceremonias con la misión de darle cierta homogeneidad a un proyecto que en realidad toca diversos subgéneros tales como el gore, el horror cósmico e incluso, en ocasiones, la comedia negra.
A continuación, una breve semblanza de los episodios:
"Ratas de cementerio" y "Sueños en la casa de las brujas" pueden encuadrarse en la citada comedia negra dentro de lo que ya es un gabinete delirante per sé. Existe un cierto tufillo a serie b en cada capítulo, por lo que exagerar hacia la comedia pura es un reto del que esos episodios salen con regulares resultados.
"Lote 36", el capítulo inicial, no trata de disimular su homenaje a la obra de Lovecraft. Su desenlace es muestra de ello, si bien puede pecar de un tanto precipitado. Se hace palpable el cuidado en el desarrollo de la trama en relación a un final bastante apresurado.
"Modelo". Otra entrega con reminiscencias "lovecraftianas", tal vez el que más recuerda a un terror decimonónico actualmente tan en desuso. Por mencionar un par de pegas: la morosidad de su ritmo y lo previsible de su desenlace. Dos elementos que lastran un poco el episodio al tratarse de una nefasta combinación (aunque es sabido que los giros de guion de estas historias son cuasi inexistentes).
"El murmullo" destaca, ya no por ser mejor que el resto de historias, sino porque su estilo (desde la puesta en escena al tipo de terror mostrado) se desmarca del resto del gabinete. Una historia parecida a lo que esperábamos, pero a la vez, distinta. Y eso es de agradecer.
Y por último, mis dos favoritas (aunque como es sabido, en este tipo de antologías cada espectador tendrá sus preferidas): "La autopsia" y "La inspección". En ambos casos, hay un cierre tanto de desarrollo como de guion que, a mi juicio, las convierten en las propuestas más redondas del gabinete. Desde la estética retro de "La inspección", con su ritmo pausado para que los personajes calen como es debido, hasta la claustrofóbica atmósfera de "La autopsia", que te va envolviendo a medida que desvela sus cartas.
En resumen, que quizás este gabinete no sea una obra maestra, pero en líneas generales he de admitir que a mi me entretuvo bastante. ¿Mi valoración? Un 7 sobre 10.
