Muy lejos quedan los tiempos en los que Nicolas Cage era un actor de prestigio (con premios y todo): tras una etapa progresivamente peor como héroe de acción, el paso del tiempo le dejó para cualquier cosa en la que quisiera participar. Y cuando digo que "cualquier cosa" me refiero tal cual a "cualquier cosa", que sería lo más aproximado que es esta Mamá y papá que fuí a ver por la curiosidad de asistir a una interpretación histriónica por parte de Cage. El problema de esta cinta estaría en el hecho de partir de una idea algo novedosa para luego no saber aprovecharla, o más bien para quedarse a medias (podía haber sido más gore), pese a que esperaba algo más grotesco.
Uno de los muchos problemas que tiene la sociedad actual es el hecho de no facilitar mucho la emancipación de la juventud (sobretodo por la precariedad laboral), de tal forma que uno tiene que vivir en el hogar de los padres durante más tiempo de lo esperado. Con la idea que nos plantea esta película yo pensaba que podría tocarse ese tema, pero el mismo es tan solo "sugerido" de forma muy leve en el papel de la hija adolescente de los protagonistas (Nicolas Cage y Selma Blair), cuando ella reclama una independencia mayor (que no le dan) De hecho Mamá y papá está cimentada en ella como elemento central de la acción, lo que no deja de resultar un problema porque el escuálido desarrollo de su personaje tampoco invita a que uno sienta mucha empatía por ella (lo cual sería extensible a su hermano menor, tambien soso, y con el que comparte toda esta particular pesadilla)