Cuando en
1993 el afamado director
Steven Spielberg estrenó su nuevo proyecto, más de uno podría vaticinarle un éxito considerable, pero muy pocos podrían augurar el auténtico
fenómeno social que se avecinaba a nivel mundial. Estoy hablando, como no, de
Jurassic Park (
Parque Jurásico).
Basada en la novela homónima de
Michael Crichton, la película describe la clonación de diversas especies de
dinosaurios, llevada a cabo por una empresa científica —denominada
InGen y encabezada por el empresario
John Hammond—, a partir de la manipulación genética de segmentos de materia prehistórica preservada en un trozo de ámbar, para crear un parque de diversiones en una isla llamada
Nublar y que nos presentan como "cercana a
Costa Rica".
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